jueves, 6 de octubre de 2016

DE VÍCTIMA A VILLANO (2010)



El cine nos ha mostrado tal cantidad de superhéroes que es imposible no sentir cierta debilidad por alguno de ellos o, incluso, haber deseado en algún momento puntual poseer su mismo poder. Tal vez, el mundo sería muy distinto a como lo conocemos si existiera realmente el héroe creado por la ciencia ficción, pero, de ser así, también debería acompañarle en su trayectoria su némesis, un villano con el que se encontraría en constante lucha como representación del bien y del mal. Sin embargo, con el transcurso de los años, ambos personajes presentan cada vez más un mayor número de debilidades, dejando atrás esa imagen de seres imbatibles. Probablemente, la heroicidad esté sobrevalorada en estos tiempos o tal vez sea que el superhéroe como tal no es más que un humano más. En cualquier caso y como un ejemplo más de esta vaga idea, el director y guionista surcoreano Kim Min-Suk quiso sumarse al género con su ópera prima, “Haunters”, un largometraje que cumple con los patrones de este tipo de películas y que le puso en el punto de mira global tras desfilar por el circuito de festivales internacionales en los que obtuvo críticas de lo más dispares.

Las expectativas estaban demasiado elevadas. De repente, el taquillazo del año 2010 en Corea del Sur decidía exponerse a la mirada mundial junto a su novel autor que tan sólo había colaborado como coguionista y ayudante de dirección en otra producción nacional de renombre, “El Bueno, el Malo y el Raro” (Kim Jee-Woon, 2008). En esta primera toma de contacto, Kim Min-Suk se centra en esa premisa del bien contra el mal. La dramática historia de Cho-In (Kang Dong-Won) se nutre de una infancia llena de maltrato, rechazo y desprecios por parte de una familia desestructurada. Se trata de un niño muy especial que posee un poder prácticamente ilimitado, controla la mente de quienes le rodean tan sólo con la mirada. El dolor genera odio y resentimiento, convirtiéndole en un hombre despechado, en el antagonista de una trama en la que realmente es una víctima. Consciente del alcance de su habilidad sobrenatural, no duda en utilizarlo egoístamente para robar o asesinar. Un día, Cho-In se encuentra con Im Gyoo-Nam (Soo Go), un empleado de una casa de empeños que misteriosamente no cae bajo el dominio de su voluntad.

Ciencia ficción, thriller, acción y comicidad se fusionan para construir un híbrido que parte de una interesante premisa, pero que, a nivel narrativo, se ve perjudicado por algún que otro altibajo en escenas que requerían una mayor intensidad emocional. El autor crea un universo de ficción sobre ciertas incógnitas que no se desvelan a lo largo de los 114 minutos de metraje y que, por desgracia, provocan un distanciamiento en la relación entre los personajes y el espectador medio. Es de esperar una explicación a los orígenes del “don” de Cho-In o a las causas por las que Gyoo-Nam se escapa de las garras de la manipulación, tal y como se suele incluir en las películas que entran dentro de este subgénero. Sin embargo, “Haunters” se desenvuelve mejor de lo esperado sin necesidad de aportar toda la información, permitiendo que la trama fluya prácticamente a su antojo y, a excepción de ciertas elipsis que presentan el pasado del castigado antagonista, se mantiene en el presente, en esa especie de combate psicológico entre ambos protagonistas.

Una especie de juego se desata desde el primer minuto. El cazador debe ser cazado y, con esta idea, se producen un sinfín de persecuciones sin descanso a cada cual más espectacular. Kim Min-Suk muestra una cara de la sociedad verdaderamente familiar al evidenciar la facilidad con la que las personas que rodean a Cho-In se convierten en marionetas a su antojo. Una clara metáfora del lado oscuro de un mundo aún más frío y descorazonador, que únicamente se rompe con los sutiles toques de humor gamberro, obra de los dos amigos inmigrantes de Gyoo-Nam, que favorecen, aún más, el entretenimiento que ofrece la cinta. La fuerza de sus diálogos combina perfectamente con la adrenalina que se desprende de la trepidante acción. Saltos y acrobacias imposibles, coches a máxima velocidad y brutales accidentes aceleran un ritmo que ya de por sí es dinámico y que logra enganchar de principio a fin.

“Haunters” cuenta con un reparto de lujo, dos populares actores que consiguen despegar el guion por encima de cualquier error narrativo. Go Soo se encarga a la perfección de un héroe bastante atípico. Con una vida llena de penurias y soledad, parece recobrar el sentido de su universo al cruzarse con Cho-In, una paradójica víctima que ha sufrido terriblemente y que, por tanto, también provoca dolor a los demás. Gracias a su sobrenatural poder siempre sale indemne de sus malas acciones y, aunque su perfil es algo confuso en determinados aspectos encauzados a su origen, su misteriosa aura consigue mantener la atención en todo momento. Una vez más, el popular actor Kang Dong-Won, que compartió tiempo de rodaje con “Secret Reunion” (Hun Jang, 2010), realiza una sobresaliente labor encarando a un personaje de grandes matices, sumando un título más a una exitosa carrera que le ha llevado a ser una de las figuras más importantes del mundo de la interpretación.

Kim Min-Suk también se rodea de un equipo técnico de primera categoría, como el director de fotografía Hong Kyung-Pyo, más conocido por sus trabajos en “Lazos de Guerra” (Kang Je-Kyu, 2004) o “Mother” (2009) y “Rompenieves” (2013) del internacionalmente aclamado cineasta Bong Joon-Ho. Visualmente atractiva, la película cuenta con estupendos efectos que acentúan su rasgo más fantástico y potencian las escenas de mayor violencia. Con múltiples escenarios que aportan una gran vitalidad a la trama, la puesta en escena es otro de los puntos fuertes de la producción. “Haunters” arrasó en la taquilla surcoreana merecidamente, aunque su autor no haya vuelto a involucrarse en un largometraje hasta el momento. No obstante, y como curiosidad, la estela de su ópera prima se trasladó también a Japón, en donde el realizador nipón Hideo Nakata se encargó de llevar a cabo un remake que vio la luz en 2014 y que obtuvo peores resultados, a pesar de contar con Kim Min-Suk como guionista, quien además se tomó la libertad de agregar ciertos detalles que distancian a “Monsterz” de su original.

Lo mejor: a pesar de que el thriller surcoreano ha incrementado las expectativas sobre el género, “Haunters” consigue sacar nota gracias a la labor realizada por su elenco y equipo técnico.

Lo peor: ciertos altibajos narrativos que afectan al ritmo de la cinta.

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