domingo, 31 de julio de 2022

SANAR UN CORAZÓN ROTO (2017)

Tras aquellos días en los que el popular actor estadounidense Jim Carrey nos hacía reír y desconectar de la rutina, las responsabilidades y problemas diarios, existe otra cara que el propio artista reveló al declarar haber sufrido depresión. De repente, aquella etapa tan alocada que nos marcó a muchos parecía quedar demasiado lejana. Ese Carrey imparable se difuminaba por las emociones y nos hacía recorrer su filmografía en apenas unos segundos, como cuando lanzó un combo mortal en la taquilla en 1994 con “Ace Ventura, un detective diferente” (Tom shadyac), “La máscara” (Chuck Russell) y la comedia de culto “Dos tontos muy tontos” (Peter y Bobby Farrelly). También cuando se ganó a pulso explorar el lado más oscuro de personajes de mayor complejidad, como el villano Enigma en “Batman Forever” (Joel Schumacher, 1995) o ese obsesivo tipo del cable en “Un loco a domicilio” (Ben Stiller, 1996); o cuando nos dejó memorables películas en su etapa más cercana al drama, como “El show de Truman” (Peter Weir, 1998), “Man on the Moon” (Milos Forman, 1999) u “¡Olvídate de mí!” (Michel Gondry, 2004). Posiblemente “El Grinch” (Ron Howard, 2000) nunca hubiera sido igual si Jim Carrey no lo hubiera encarnado. Sus más de cincuenta premios y un centenar de nominaciones a sus espaldas avalan su sobradamente reconocido trabajo, que, sin duda, ya forma parte de la historia del séptimo arte y de la memoria de una audiencia global que supo depositar su confianza en él hasta convertirse en la marca del éxito.

jueves, 30 de junio de 2022

AQUELLOS QUE TIENEN LIBERTAD (1989)

Aunque han pasado los años, la pieza documental “La isla de las flores”, del director y guionista de cine y televisión brasileño Jorge Furtado, está considerado como uno de los mejores cortometrajes de la historia precisamente por su visión crítica ante un drama social que cada vez está más presente. Con tres pequeños metrajes que anteceden a esta obra, la alocada comedia “Tormenta” (1984) y el drama carcelario “El día que Dorival se enfrentó a la guardia” (1986), ambos realizados en colaboración con el productor José Pedro Goulart; y la comedia fantástica “Barbosa” (1988), no fue hasta “La isla de las flores” que Furtado ganaría un destacado reconocimiento a escala global. Premiado en 1989 con el Oso de Plata en el Festival de Berlín, este trabajo se ha convertido en un visionado indispensable para todo cinéfilo. El que fuera director del Museo de Comunicación Social Hipólito José da Costa en Porto Alegre y productor en Luz Produções, saltó de lleno al mundo de la publicidad, fundó la Casa de Cinema de Porto Alegre y comenzó una carrera paralela como guionista en la televisión nacional. Su imparable trayectoria profesional le ha valido un gran número de galardones, muy especialmente dentro de Brasil.

En apenas 13 minutos de metraje, “La isla de las flores” consigue remover al espectador desde lo más profundo con una crítica extensible a toda la humanidad. Las imágenes que recoge son, simplemente, la cruda realidad que nos rodea y de la que permanecemos distantes. Con toques satíricos, Furtado parte de un metraje que a primera vista parece corresponder a un collage a buen ritmo, pero que en realidad presenta, inicialmente, la evolución de nuestro comportamiento, conectando datos, hechos, evidencias que explican las dinámicas habituales del capitalismo, pero que poco a poco se torna más oscuro, especialmente desde el punto de vista sociológico. A veces, hace falta una palabra para rescatar la memoria histórica o las conductas que solemos tomar a través de pequeños y sencillos ejemplos. Al final, esos 13 minutos de cortometraje se transforman en un mensaje poderoso, directo, más actual que nunca, apenas sin darnos cuenta gracias al fabuloso ingenio con el que trabaja el cineasta.

martes, 31 de mayo de 2022

LA LIBERTAD Y FLUIDEZ DEL TRAZO (1969)

La Filmoteca Española guarda entre sus muros importantes colecciones cinematográficas y obras de incalculable valor como es el caso de “Homenaje a Tarzán: La cazadora inconsciente”, el primer cortometraje del extraordinario artista y pintor vasco Rafael Ruiz Balerdi, que fue proyectado por primera vez en el XI Certamen Internacional de Cine Documental y Cortometraje de Bilbao en noviembre de 1969. Una cita que le premió con el Txisu de Plata, el galardón a la mejor película internacional experimental. Este trabajo no narrativo de apenas cuatro minutos y medio de duración posee un valor añado al haberse tratado de forma artesanal por la mano de este emblemático pintor de estilo abstracto que es recordado, además, por ser cofundador del grupo Gaur. Tras obtener reconocimiento gracias a premios locales que le facilitaron una pasarela internacional a encuentros jóvenes como la XXIX Bienal de Venecia y a continuos viajes que le llevaron a profundizar en su plano artístico, Ruiz Balerdi se propuso investigar las cualidades del séptimo arte con esta pieza rodada en 16 mm. Su imagen, extraída de una película clásica de Tarzán, conforma un collage atípico, puesto que su especial valor reside en el dibujo llevado a cabo por el artista y trazado, muy pacientemente, fotograma a fotograma.

sábado, 30 de abril de 2022

AL SERVICIO DE LA HISTORIA (1942)

El director, animador y compositor estadounidense Wilfred Jackson es recordado por su colaboración para el diseño del primer protagonista animado de la factoría Disney, Mickey Mouse. Sin embargo, este emblemático recuerdo también se enlaza con una etapa más oscura dentro de la industria. En plena Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos presionó a la compañía para crear un paquete de cortometrajes propagandísticos de diferente índole: desde las instrucciones para ayudar al país dentro del conflicto o el adiestramiento de las tropas hasta la caricaturizada imagen del pueblo alemán, el nazismo y Hitler, entre otros. Desde luego, que Disney se pusiera al servicio del gobierno suponía que la productora se viera perjudicada económicamente, puesto que, ya de por sí, su dedicación debía ser exclusiva, implicando que otros proyectos más comerciales y rentables se vieran aplazados. Además, el pago estatal por el servicio fue de lo más ajustado, entendiéndose como un menor beneficio. Por otro lado, la proyección de este corto en nada menos que 12.000 salas fue totalmente gratuita, por lo que esto podría llevar a que los exhibidores exigieran la reducción al mínimo de los precios de sus futuros trabajos. Sin embargo, rechazar al gobierno estadounidense en un momento tan delicado podría haber supuesto aún más problemas.

Precisamente, una de las obras más populares y controvertidas de esta etapa que pasó a la historia del cine como un ejemplo más de los diferentes métodos de persuasión utilizados es “The New Spirit”, que nació al albor del conflicto de Pearl Harbor. Su producción respondía al inicio de una campaña de recaudación de impuestos, pero, a su vez, suponía el primer proyecto gubernamental de esta naturaleza para Disney. Su protagonista, la estrella que acabó siendo habitual en este tipo de trabajos de animación de la factoría, el Pato Donald, explica, de una forma muy simple y simpática, al espectador de entonces cómo rellenar los formularios para tal ocasión, pero, además, recuerda la importancia de hacerlo ante tal contexto. Se trata de un metraje elaborado con prisas, en tan solo tres meses, cuya producción se llevó a cabo paralelamente a otros encargos del gobierno con el fin de que pudiera ser exhibido en cines antes de que terminara el ejercicio tributario del año anterior.

martes, 1 de marzo de 2022

LAS VOCES QUE HAN SIDO SILENCIADAS (2020)

La directora y guionista Yukiko Sode inició su andadura con el cortometraje “Cosplayer” (2004), seleccionado por el Festival de PIA. Sin embargo, saltó al panorama internacional a través del Festival de Vancouver gracias a su premiado primer largometraje “Mime-Mime” (2008), un relato que nos introduce en el seno de una familia por medio de las vivencias de Makoto, una joven que necesita experimentar un cambio en su vida tras el segundo matrimonio de su madre, tener una fuerte discusión con su hermana y escuchar los sermones de su cuñado. Esta obra se ha convertido en una pieza clave en su autoría, puesto que, desde el primer momento, Sode comenzó a trabajar con retratos femeninos muy personales que, a su vez, presentan el contexto actual de la mujer japonesa contemporánea. Su segundo cortometraje, “Underwear Affair” (2010), nos puso en la piel de un ama de casa con un hijo de cinco años a cargo que trata de salir adelante tras separarse de su marido. La cineasta se ha volcado cada vez más en retratar ese ancla social con el que deben cargar las mujeres en una sociedad excesivamente conservadora.

Por su parte, su segundo largometraje, “Good Stripes” (2015), indagaba en el camino tomado por una pareja joven dominados por la inercia. En este sentido, es la primera vez que Sode experimenta con la maternidad, aunque, como excepción, no le llevara a recorrer el circuito de festivales. Pero, sin duda, es con “Aristocrats” con la que observamos una mirada más madura de la autora. Este tercer trabajo se divide en las vivencias de dos mujeres unidas por un hombre. Hanako (Mugi Kadowaki) se ha criado en el seno de una familia acomodada. Como mujer, debe casarse antes de perder su juventud, pero sus relaciones no han funcionado. Sus amigas ya celebran sus embarazos cuando tanto ella como su mejor amiga Itsuko (Shizuka Ishibashi) siguen siendo solteras. Por ello, su familia busca al mejor candidato, aquel que provenga de una familia con buena reputación. Sin embargo, Hanako no siente atracción por ninguno de ellos hasta que, por medio de su cuñado, conoce a Koichiro Aoki (Kengo Kôra), un joven que proviene de una larga saga de reputados políticos. Desde el primer momento, Hanako y Koichiro mantienen una buena relación hasta que ella descubre un mensaje de Miki Tokioka (Kiko Mizuhara) en el móvil de su futuro marido.

jueves, 10 de febrero de 2022

EL OBSESIVO DESEO ENTRE LA REPRESIÓN (1967)

Sin duda, no hace falta ser un gran cinéfilo para conocer el nombre de Carlos Saura. El director y guionista aragonés, que bien podría haber sido un ingeniero industrial más, tomó la acertada decisión de estudiar en la Escuela Oficial de Cinematografía (EOC) de Madrid para pasar a la historia como uno de los cineastas más importantes e indispensables en la historia del séptimo arte español. Desde sus primeras obras y bajo el contexto en el que se encontraba inmerso el país, fue reconocido en Europa a través del circuito de festivales internacionales, dando sus primeros pasos en él con el mediometraje documental “Cuenca” (1958), su tercer trabajo tras “El pequeño río Manzanares” (1956) y “La tarde del domingo” (1957) con el que fue premiado en el Festival de San Sebastián. A este le siguió el largometraje “Los golfos” (1960), con el que participó en la sección oficial del Festival de Cannes; y “Llanto por un bandido” (1964), que le llevó al Festival de Berlín, pero, sin duda, su obra cumbre llegó en 1966. “La caza” le permitió alzarse con un Oso de Plata a mejor director en la Berlinale con una historia de especial crudeza que rescataba la memoria histórica nacional. Desde ese momento, Saura se convirtió en un autor de referencia.

Mientras cosechaba este reconocimiento, el cineasta se embarcó en un nuevo proyecto con la productora de Elías Querejeta, empresa con la que comparte su mejor etapa. En compañía nuevamente del guionista madrileño Angelino Fons tras su experiencia en “La Caza”, trabajaron en “Peppermint Frappé”, propuesta a la que también se unió el guionista riojano Rafael Azcona. Este drama nos introduce en vivencias muy obsesivas y peligrosas. Pablo (Alfredo Mayo) se casa con la joven Elena (Geraldine Chaplin), una extranjera que le ha conquistado inmediatamente. Su mejor amigo, Julián (José Luis López Vázquez), se acerca a ella para conocer su delicadeza y sofisticación, obsesionándose poco a poco en una tímida chica que empieza a tener más confianza en sí misma. Julián sueña con estar junto a ella, por lo que siente el impulso de cortejarla, pero, a su vez, trata de cambiar su aspecto físico, viéndose cada vez más atrapado psicológicamente por el encanto de Elena.

jueves, 27 de enero de 2022

EVASIÓN DE POSGUERRA (1943)

El productor, guionista y director catalán Ignacio F. Iquino posee una extensa filmografía que recorre nada menos que 50 años de historia del cine español. Su primer trabajo, “Sereno… y tormenta”, que data de 1934, es un pequeño metraje en clave de comedia que dio paso a un gran número de proyectos continuados y que contaba con la participación de un elenco que se terminó convirtiendo en nombres indispensables. Sin ir más lejos, Paco Martínez Soria colaboró con el cineasta en incontables ocasiones desde sus primeros pinitos en la industria. Por aquel entonces, el actor era tan solo un extra en sus comedias, pero, con una guerra civil de por medio, su debut en el teatro tuvo que retrasarse hasta 1938, año en el que también recibió su primer papel cinematográfico gracias a Iquino y su mediometraje “Paquete, el fotógrafo público número uno”.

En las obras de esta cineasta, hemos visto desfilar grandes rostros populares como Mary Santpere, Amparo Rivelles, Pepe Isbert, Fernando Fernán Gómez, Mercedes Vecino, Ana Mariscal, Tony Leblanc, Isabel de Castro, Marujita Díaz, Julia Caba Alba, José Luis Ozores, Carmen Sevilla, José María Caffarel, Nuria Espert, Ismael Merlo, Encarnita Polo, Isabel Garcés, Mirta Miller, Máximo Valverde, Nadiuska, Esperanza Roy, Fedra Lorente, Fernando Guillén, Lydia Bosch y una lista de lo más extensa con otros muchos nombres. Desde luego, revisar la filmografía de Iquino es conocer de primera mano las etapas más importantes por las que ha pasado la industria cinematográfica española, desde el impulso de la comedia popular, el drama costumbrista, el melodrama con influencias del cine negro hollywoodiense, la presencia de la religión en el cine, el western con marca nacional, el destape e, incluso, el cine de terror.