viernes, 12 de agosto de 2016

ABANDONO SIN ESCRÚPULOS (2015)



Mientras el fenómeno de “Train to Busan” (2016), seguía arrasando como un huracán, ya sea en festivales internacionales como en taquilla, el género del thriller se exponía a una de sus tantas revisiones con uno de los títulos que compartió protagonismo junto a los zombies de Yeon Sang-Ho. Hablamos de “Coin Locker Girl”, el largometraje con el que debuta su director y guionista novel Han Jun-Hee. Pese a ser su ópera prima, aspecto que a muchos les hace andar con pies en polvorosa, lo cierto es que el cineasta realiza un notable trabajo más que destacable y de gran calidad en el que no faltan las escenas de emocionante acción, una crítica a la sociedad actual y uno de los temas que más páginas llenan en los medios de comunicación asiáticos, como es el tráfico de órganos.

En 1996, un bebé recién nacido es abandonado en la taquilla número 11 de una estación de tren. Sus llantos despiertan la curiosidad de uno de los vagabundos que pernoctan en la terminal, que, al verla tan indefensa, decide quedarse con ella. Con el paso de los años, la pequeña permanece junto él hasta que unos matones deciden expulsar a los mendigos de la zona, percatándose de la presencia de ella. La niña acaba en el interior de una maleta para ser entregada a una mujer de mediana edad a la que todos llaman “Madre” (Kim Hye-Soo) como una especie de moneda de cambio. Il-Young (Kim Go-Eun) crece en un ambiente hostil junto a sus hermanos adoptivos, el protector Woo-Gon (Um Tae-Goo), la presumida Ssong (Lee Soo-Kyung) y Hong-Joo (Cho Hyun-Chul), que padece una discapacidad mental, por lo que siente una mayor dependencia hacia la protagonista. Il-Young se encarga de recoger el dinero de los deudores, ya sea por las buenas o por las malas, pero todo se complicará con la llegada a su vida de Seok-Hyun (Park Bo-Gum), un comprensivo joven cuyo padre huyó a Filipinas, dejándole a él con el lastre de una deuda millonaria.

martes, 9 de agosto de 2016

10 PELÍCULAS CON ESENCIA VERANIEGA



Pensar en el verano es recordar irremediablemente películas tan famosas como bien podría ser “Vacaciones en Roma” (William Wyler, 1953), con una encantadora Audrey Hepburn y el inolvidable Gregory Peck enseñándonos la ciudad, la misma que servía de escenario años más tarde para otra obra maestra que evoca a la estación más calurosa y ociosa del año, “La Dolce Vita” (1960), del aclamado director italiano Federico Fellini, que nos daba a conocer la lujosa vida de los más pudientes entre fiestas, risas y resacas. Sin embargo, hemos querido dar cabida a otras cintas que también pueden ofrecernos un estupendo entretenimiento, viajar a lugares desconocidos, aportarnos una pizca de libertad, incitarnos a alguna que otra reflexión como el buen séptimo arte suele hacer, y, en alguna ocasión, generar críticas a la sociedad actual, al comportamiento del ser humano. Tal vez no sean una cita indispensable dentro de su género, pero su visionado no está de más para descubrir historias diferentes a la luz del caluroso verano.



1. “HACIA RUTAS SALVAJES”, de Sean Penn (2007)

Cada vez son más los que optan por disfrutar de sus vacaciones en soledad y ni qué decir que prefieran dedicar sus días de ocio a entrar en contacto con la naturaleza y todo aquéllo que nos rodea, pero no siempre se corre la misma suerte. Christopher McCandless (Emile Hirsch) decide coger su mochila y embarcarse en una auténtica aventura de supervivencia por la remota Alaska. Un viaje de autodescubrimiento situado a principios de los 90 en el que el propio director, Sean Penn, adapta la novela del escritor y montañero estadounidense Jon Krakauer, que, a su vez, parte de las anotaciones del propio McCandless. Con unos escenarios idílicos y majestuosos, a cada cual más atractivo e impactante, y una banda sonora indispensable y cautivadora como pocas, creación del líder de Pearl Jam, Eddie Vedder, el largometraje se erige como una de los mejores trabajos tanto de Hirsch como del propio actor y cineasta, Penn, obviando pequeñas imperfecciones sin importancia. Sumamente enriquecedora y personal, realiza un retrato conmovedor que se desarrolla a fuego lento, deteniéndose en los pequeños detalles y captando la magnífica profundidad psicológica del protagonista y toda su apabullante evolución. Una obra con alma, con un clímax inigualable y, en definitiva, con una imagen de la libertad rodeada de naturaleza salvaje que cobra un significado muy diferente al ser llevada hasta sus últimas consecuencias.

jueves, 4 de agosto de 2016

SENSUALIDAD CONTENIDA (2014)



No hay nada como lograr impactar al público sin necesidad de grandes recursos, a pesar de que muchos sigan insistiendo en que el cine ya ha reflejado todo tipo de realidades y que pocos trabajos ofrecen algo nuevo. Y aunque en muchos casos esto se cumple, por desgracia, a rajatabla, aún es posible formar parte de la memoria de un espectador, grabar en sus retinas una escena enfocada de una manera muy diferente o un diálogo que consiga calar más allá del visionado. El director japonés Ryuichi Hiroki arriesgó dentro de la sencillez de “Her Granddaughter” y logró atraer a sus conciudadanos con lo que pareciera una nimiedad en occidente. Lamer un pie le trajo consigo un aumento de su popularidad con innumerables críticas de su obra, tanto negativas como positivas. Casi pareciera un efecto inesperado, pero el autor no dudó en incluir un suculento fotograma de ese instante en el propio cartel de la película y, obviamente, alcanzó el objetivo esperado, que la gente hable de su trabajo.

Con más de 20 años de trayectoria, el autor vuelve a volcarse en la profundidad de sus personajes a través de la historia de Tsugumi Dozomo (Nana Eikura), una treintañera que decide tomarse un año sabático de su trabajo para ir a su pueblo natal, Tsurumi, una pequeña localidad de Kagoshima, al sur de la prefectura de Kyushu. Con el fallecimiento de su querida abuela Towa Shimoyashiki (Chiharu Konno), trata de permanecer en la casa que tantos recuerdos de su familia guarda para dejar atrás no sólo su empleo, sino también a su antiguo amor, Toshio Nakagawa (Osamu Mukai). El silencio y la soledad inundan un espacio que utiliza para reflexionar sobre su vida, pero que pronto recibe la visita de un misterioso hombre de 52 años, Jun Kaieda (Etsushi Toyokawa), que dice ser profesor de filosofía en la universidad y un conocido de su abuela, por lo que posee una copia de la llave de la casa y, por tanto, el derecho a quedarse en ella. Tsugumi se verá obligada a compartir la vivienda, mientras intenta averiguar quién es realmente Kaieda.