viernes, 30 de octubre de 2015

EL RUGIDO DE LA VENGANZA (2014)

La espectacularidad en el género de acción suele acumular grandes adeptos, pero, en concreto, el mundo de las carreras de coches llama aún más la atención en la cartelera. Espectaculares vehículos de alta gama, kilómetros recorridos a gran velocidad, inyecciones de adrenalina y persecuciones arriesgadas. Éstos son los ingredientes básicos de un cocktail que siempre promete diversión. 

El segundo largometraje del director estadounidense Scott Waugh, “Need for Speed”, cumple con estas directrices basándose en la saga de videojuegos de carreras automovilísticas bajo la licencia de la compañía Electronics Arts, en la que un mecánico, Tobey Marshall (Aaron Paul), es culpado de la muerte de uno de sus mejores amigos, fallecido durante un improvisado desafío con Dino Brewster (Dominic Cooper). Una vez que sale de la cárcel y acompañado por la atractiva copiloto Julia (Imogen Poots), busca venganza ante su injusto arresto en la arriesgada competición clandestina De León, la Liga de Campeones.

Es cierto que, en este tipo de trabajos, la acción prima por encima de la trama y este caso no es una excepción. Su historia es extremadamente sencilla, pero poco importa cuando el fin es la búsqueda del más puro entretenimiento. Partiendo de esta base y sin grandes expectativas, la sed de venganza es el motor con el que funciona el argumento, aderezado, cómo no, de un previsible toque de romance. No obstante, su montaje está cargado de intensa adrenalina y es que Waugh, además de permanecer tras las cámaras, ha sido especialista de cine y sabe muy bien cómo ganarse al espectador. El impactante despliegue de efectos CGI y las secuencias rodadas con un gran número de cámaras otorgan un mayor realismo y, por tanto, diversión.

jueves, 29 de octubre de 2015

DILEMAS UNIVERSALES (2012)

Poco a poco vamos descubriendo cómo es la industria cinematográfica israelí. Muy de vez en cuando recibimos en nuestra cartelera algunos títulos de interés que han pasado por varios festivales internacionales, pero lo más importante de todo esto es que, con mayor asiduidad, llegan grandes títulos a nuestras manos. Precisamente, uno de ellos es “Llenar el Vacío”, la ópera prima de la directora norteamericana, de origen judío, Rama Burshtein

Tardamos más de dos años en tenerla en nuestros cines, pero, al menos, tuvimos la posibilidad de disfrutar de una historia situada en el seno de una comunidad ultraortodoxa judía de Tel Aviv. Shira Medelman (Hadas Yaron), una joven de 18 años que pertenece a una familia ortodoxa jasídica, celebra su propuesta de matrimonio. Su futuro esposo es de buena familia, pero ha sido escogido por sus padres y ella no puede negarse. La alegría de congregación se tiñe de luto con el fallecimiento de la hermana mayor de la protagonista, Esther (Renana Raz) que, tras dar a luz a su hijo, dejó totalmente solo al cuñado de Shira, Yochay (Yiftach Klein). Pese a la desgraciada situación, él decide volver a casarse para, sobre todo, buscar una madre para su bebé. Desde Bélgica aparece una candidata perfecta para él, pero la familia Medelman no quiere que se marche, puesto que dejarían de tener contacto con su nieto. Ante tales circunstancias, deciden entregar a Shira, que se verá en un intenso dilema entre su deber y sus sentimientos, entre lo impuesto y lo que su corazón realmente desea.

La película va más allá de cualquier interés cinematográfico y es que su trama despierta un sinfín de curiosidades en torno a la religión y el comportamiento humano, puesto que estamos ante una comunidad excesivamente hermética. El costumbrismo de ésta queda perfectamente reflejado, con una rutina entorno a una ideología que establece el día a día de la vida sefardí más estricta. A través de Shira percibimos el papel que posee la mujer, un detalle que no sorprendería si estuviéramos ante de una cinta de época, pero que, en esta ocasión, recoge el presente de quienes poseen estas creencias. Prácticamente a la sombra, el mundo femenino apenas tiene presencia en su realidad, puesto que queda más que evidente el tradicionalismo machista imperante en el colectivo. No obstante y evitando ciertas polémicas y sorpresas, la autora realiza un fiel retrato de un mundo muy diferente al que conocemos. 

miércoles, 28 de octubre de 2015

LA LUCHA POR LA LIBERTAD (2013)

Poco ha transcurrido desde el fallecimiento del líder sudafricano Nelson Mandela en 2013, año en el que la sociedad mundial lloró la pérdida de uno de los activistas más importantes que nos ha dado nuestra historia y que recoge, a modo de homenaje, el biopic, “Mandela: del Mito al Hombre”. Un largometraje realizado por el director británico Justin Chadwick que parte de la propia autobiografía autorizada del afamado activista. Todo un fantástico homenaje que sólo el séptimo arte podía rendirle.

La cinta parte desde sus comienzos como abogado de minorías, de aquellas personas que sufrían discriminación en la capital, Johanesburgo. Su interés por conseguir derechos para su pueblo, por erradicar el racismo y la opresión que imperaba en la ciudad, su lucha dio los primeros pasos al formar parte del Congreso Nacional Africano (CNA), pero, a causa de una serie de atentados, Mandela es juzgado para ser encarcelado durante 27 años. Una vida tras las rejas en las que sus convicciones se fortalecerían para desembocar en la presidencia de su país en 1994. 

La sobriedad en la narración aporta una gran elegancia en una trama trabajada con sumo tacto para desmitificar al líder político. La dosificación del dramatismo y la emotividad facilitan la sensación de ligereza en un metraje que no deja de ser una sucesión de los acontecimientos más famosos de Mandela, pero que, a su vez, profundiza en los momentos más desconocidos, su vida privada durante sus dos matrimonios y posteriores divorcios, sus hijos, las crisis personales, etc. Más original que sus antecesoras, Chadwick le humaniza al aportar cierto intimismo con todos estos elementos entre sus manos, de tal forma que nos acerca un poco más a una de las personas más importantes de nuestra historia. 

lunes, 26 de octubre de 2015

MIRADAS DEL PASADO (2015)

La famosa cantante y compositora británica Adele regresa por todo lo alto con su nuevo tema “Hello”, que forma parte de su tercer álbum de estudio, “25”. Su correspondiente vídeo ha batido récords de visitas desde el primer momento en el que fue colgado a través de su canal oficial de Vevo. Un éxito arrollador para la primera colaboración de la artista con el prodigioso director canadiense Xavier Dolan. Dos grandes estrellas de la música y el cine unen su talento y creatividad para presentarnos un trabajo sumamente elegante y llamativo que sirve para describir una historia de desamor, recuerdos y heridas protagonizada por el actor estadounidense Tristan Wilds y la propia Adele.

No deja de sorprendernos el joven realizador y es que, tras ponerse en el punto de mira internacional con su primera obra, “Yo Maté a mi Madre” (2009), ha ido cosechando triunfo tras triunfo hasta compartir el Premio del Jurado del Festival de Cannes con el mismísimo Jean-Luc Godard. Ésta es la segunda ocasión en la que el autor dirige un videoclip, puesto que, dos años antes, participó junto a la banda de rock francés Indochine, con la que desató cierta polémica por las imágenes de “College Boy”

viernes, 23 de octubre de 2015

LA MAGIA DE LA LUNA (2011)

La luna es el eje de multitud de leyendas, un recurso sin igual para los relatos fantásticos y, por supuesto, un elemento clásico en el mundo del séptimo arte. Romance, ciencia ficción, aventuras, terror o comedia, es indiferente el género en el que no se haya aprovechado su presencia para dar rienda suelta a historias que nos han atrapado, que nos han trasladado a otros mundos. La compañía Pixar tampoco podía resistirse ante las oportunidades que brinda tan mágica estrella para dar nombre al elogiado cortometraje animado del prestigioso cineasta y artista italiano Enrico Casarosa

Encargado de los storyboards de grandes largometrajes como “Ice Age. La Edad de Hielo” (Chris Wedge y Carlos Saldanha, 2002), “Ratatouille” (Brad Bird, 2007) o la brillante “Up” (Pete Docter y Bob Peterson, 2009), presentó su ópera prima “La Luna” en el Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy en 2011 y logró que formara parte de la exhibición en cines de la cinta “Brave (Indomable)” (Mark Andrews, Brenda Chapman y Steve Purcell, 2012), la exitosa coproducción de Pixar y Walt Disney Pictures.

Las nominaciones a los Premios Annie y los Oscars le otorgaron una mayor consideración a esta especie de sencillo cuento de ensoñación, que es protagonizado por un niño que acompaña a trabajar, por primera vez, a su padre y a su abuelo. Surcan el mar en una antigua barca de madera para llegar a descubrir el empleo familiar en el que el pequeño colaborará. Una actividad secreta con la que él saciará su curiosidad y reflexionará sobre cómo deberá enfrentarla, si desde la tradicional forma que llevan a cabo sus parientes o desde su peculiar y moderna visión.

jueves, 22 de octubre de 2015

EL PESO DE LA TRADICIÓN (2015)

Es inevitable que nuestra evolución choque de forma directa con esas tradiciones que vamos arrastrando generación tras generación y que, en algunos casos, deben ser revisadas. Esa especie de rivalidad frente a la modernidad desemboca en un distanciamiento imparable entre el mundo rural y urbano, que cada vez se muestra con una mayor separación, con unas diferencias que parecen ser insalvables. Esta cuestión sirve de pilar para construir el relato de “Amama”, el trabajo del director y guionista vasco Asier Altuna. La película, que sorprendió gratamente en la 63ª edición del Festival de San Sebastián, en donde se alzó con el Premio Irizar al Cine Vasco, está narrada íntegramente en euskera, mientras abre un debate que permanece intacto con el paso del tiempo.

Situando la acción en un típico caserío vasco, la historia se centra en una familia con viejas costumbres. Amama (Amparo Badiola), que pone título a la cinta, es una preciosa y entrañable anciana de pelo largo canoso y ojos de un intenso azul claro. Ella es la matriarca, la encargada de que cada tradición siga intacta, de que los viejos hábitos se sigan cumpliendo. Con el nacimiento de un nuevo miembro, se planta un bonito árbol que le acompañará durante el transcurso de su vida, mientras que la abuela es quien pinta el tronco del color con el que se identificarán a los hijos. Así es como los tres nietos tienen asignados el color rojo, símbolo de la pasión que el heredero de las tierras posee; el negro, para el más rebelde, el representante del mal; y el blanco, para el más vago de todos.

Las primeras imágenes del largometraje dan impulso al relato de Amaia (Iraia Elias), la nieta mediana, artista de profesión, a la que se adjudicó el color negro. Sus hermanos también cargan con el peso de sus destinos. Gaizka (Manu Uranga) decidió emigrar decepcionando a un padre que necesita delegar el trabajo de mantenimiento del caserío, mientras que Xabi (Ander Lipus) ha formado su propia familia en la ciudad. Los tres representan una nueva generación bañada por la modernidad y las oportunidades que les ofrece la urbe frente a Tomas (Kandido Uranga), un padre incapaz de mostrar sus sentimientos y mucho menos de expresar sus pensamientos a través del lenguaje. Ganadero y agricultor, se desvive por labores que realiza cada día para sacar no sólo a su familia adelante, sino también una casa que sus antepasados alzaron. Más parca en palabras es la madre, Isabel (Klara Badiola), una casi invisible ama de casa que permanece a la sombra de su marido y que, en principio, apenas tiene voz ni voto.

miércoles, 21 de octubre de 2015

EN MARTE COMO EN CASA (2015)

Hollywood sigue rendida ante los encantos del género de ciencia ficción y es que producir una cinta de estas características, a día de hoy, supone todo un éxito en taquilla asegurado, algo que en los últimos tiempos parece estar echando de menos la meca del cine. Así es cómo el veterano director Ridley Scott aprovechó esta coyuntura para sacar todo lo mejor de sí mismo y crear un largometraje como “Marte”, que, en parte, recupera cierta esencia de los fantásticos orígenes del realizador.

Admirado por películas de culto como “Alien, El Octavo Pasajero” (1979) o “Blade Runner” (1982), y recordado por grandes producciones como “Thelma & Louise” (1991),  “Gladiator” (2000) o, incluso, “Robin Hood” (2010), de las que hemos disfrutado cientos de veces, sumó a su extensa filmografía el título de “Marte” en 2015, una propuesta de lo más impactante a nivel visual y con una historia de supervivencia y trabajo en equipo que, en ciertos momentos, nos lleva a rememorar a la oscarizada “Gravity” (Alfonso Cuarón, 2013). 

El guionista Drew Goddard se encarga de adaptar la obra del escritor californiano Andy Weir. Un equipo de la NASA es enviado al planeta rojo para llevar a cabo la misión Ares III, pero deben suspender la investigación por la amenaza de una tormenta de arena. En pleno desalojo, Mark Watney (Matt Damon) es golpeado y despedido por una de las piezas de la nave, por lo que la comandante Melissa Lewis (Jessica Chastain) intenta retroceder para ir en su búsqueda. Sin embargo, parece que Mark no da señales de vida, por lo que deciden retomar su plan de escape, presuponiendo que su compañero está muerto. En realidad, Watney se encuentra herido y totalmente solo en un planeta en el que apenas podría sobrevivir 30 días. Por eso, decidirá tomar las riendas de la situación y hacer uso de sus conocimientos en botánica e ingeniería mecánica para poder sobrevivir.

lunes, 19 de octubre de 2015

48ª EDICIÓN DEL FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE FANTÁSTICO DE CATALUÑA (2015)

La ciudad de Sitges da por finalizada la que es su 48ª edición del Festival Internacional de Cine Fantástico de Cataluña. Una cita indispensable para el cine de género que, una vez más, presenta las novedades que posteriormente vamos a disfrutar en cartelera. Países emergentes en género de terror y ciencia ficción han participado junto a la industria más tradicional y asentada, pero sólo unos pocos han conseguido meterse en el bolsillo tanto al jurado como al público asistente. Eso sí, la presencia española de largometrajes entre el palmarés principal es inexistente frente al buen hacer y los logros de las pequeñas piezas nacionales. Esperemos que el próximo año haya mejor suerte con el producto de la tierra.


SECCIÓN OFICIAL FANTÀSTIC SITGES 48:

- Premio Mejor Película: la cineasta neoyorquina Karyn Kusama se alza con uno de los más importantes del certamen, “The Invitation”, un thriller que ha causado gran sensación al manejar perfectamente la tensión argumental y que gira en torno a la pérdida del hijo de Will (Logan Marshall-Green) y Eden (Tammy Blanchard). Su relación se ve realmente afectada ante tal suceso, por lo que ella decide desaparecer. Tiempo después, regresa a la vida de Will de una forma irreconocible.

- Premio Especial del Jurado: la comedia terrorífica “The Final Girls”, del estadounidense Todd Strauss-Schulson, es la elegida en esta categoría con una historia que nos traslada a la época dorada del género, en plenos años 80, cuando un grupo de amigos acuden al cine y son absorbidos por la pantalla. De golpe, se encontrarán en medio de un slasher y perseguidos por un psycho-killer.

viernes, 16 de octubre de 2015

TRAGICOMEDIA A RITMO DE JAZZ (2015)



Bien es sabido que el mítico realizador y guionista neoyorquino Woody Allen se autoimpuso la nada desdeñable meta de realizar, al menos, una producción por año. Esto supone que, de tres trabajos, uno saldrá decente. “Irrational Man” no comienza con los tradicionales créditos de apertura a ritmo de jazz, como en sus anteriores trabajos, sino que presenciamos el sonido ambiente como preámbulo a la versión instrumental de “The 'In' Crowd”, de Ramsey Lewis Trío. La intensidad de la trama comienza a fuego lento y lo que parece ser su clásica comedia romántica acaba aportando inesperadamente tintes de puro thriller.

Como cabía esperar, el personaje principal se encuentra en plena crisis existencial. Abe Lucas (Joaquin Phoenix), un profesor universitario de filosofía, siente que ha perdido el rumbo de su vida, posee un bloqueo absoluto para continuar con su libro sobre el filósofo alemán Martin Heidegger y el fascismo, y ve imposible encontrar el placer de continuar días tras día con la monotonía de su mundo. No desea mantener ningún tipo de relación sentimental, pese a que su fama de mujeriego le precede, y, su caótico existencialismo le ha llevado a refugiarse constantemente en el alcohol. Con la llegada a un nuevo pueblo, entran dos mujeres especiales en su vida: Rita Richards (Parker Posey), compañera de profesión que desea tener una excusa para poder abandonar a su marido; y Jill Pollard (Emma Stone), una estudiante aplicada que acaba convirtiéndose en su mejor amiga. Una vez más, los deseos y enamoramientos confluyen en un giro inesperado por el que Lucas encontrará una instantánea felicidad.

Por supuesto, tampoco pueden faltar los gags cargados de humor satírico que dinamizan tanto los inteligentes diálogos como la narración tan liviana que en los últimos años nos ofrece el autor. Dostoievsky, Freud o Kant, entre otras muchas citas, vuelven a salir a la luz para replantear el pensamiento, mientras que el tiempo, que empieza a pesar irremediablemente, y el retrato de la condición humana, cada vez más cuestionable para Allen, toman la batuta del guion para tornarse en una dualidad moral en la que el protagonista trata de justificar los indecentes medios para llegar a un supuesto final feliz y sentirse más vivo que nunca, algo que se repite constantemente en la filmografía del director.

jueves, 15 de octubre de 2015

POR UNA VIDA DIGNA (2015)

Pensar en la idea de que todos somos iguales no es más que una triste utopía, al igual que criticar las injusticias que en siglos pasados se han venido produciendo, ya que, a día de hoy, siguen sucediendo, eso sí, con un disfraz diferente. Las diferencias entre países acaban desembocando en la construcción de grandes muros o vallas que se alzan hasta casi el mismísimo cielo y que, de forma no tan simbólica, separan poblaciones e impiden cualquier tipo de acceso que no funcione bajo ciertas normas. No hay piedad para quienes nacen en lugares más desfavorecidos y que poseen un destino escrito a manos del primer mundo, el mismo que les niega una oportunidad y que les encierra en la pobreza como si de un callejón sin salida se tratase.

Con una mención especial el Festival de San Sebastián de 2015, el documental español “Muros”, de los directores Pablo Iraburu y Migueltxo Molina recoge testimonios llenos de sueños, deseos, miedos, obstáculos, realismo e idealismo a partes iguales. Con tan sólo tres personas formando equipo, la cinta recoge algunas historias reales a ambos lados de las fronteras de Estados Unidos y México, Marruecos y Melilla, y Sudáfrica y Zimbabue. También se hacen referencias a otras divisiones imposibles de olvidar por ser puntos cadentes de conflictos violentos, como Israel y Palestina o La India y Bangladesh, acompañadas por imágenes de archivo de una de las murallas más simbólicas, la de Berlín.

Separaciones entre pueblos a través de imponentes estructuras, monstruos de púas o dobles y triples barreras que se alzan poderosos, respaldados por cámaras de seguridad y un despliegue de hombres que los salvaguardan y que impiden el acceso a toda costa. Así es cómo conocemos a Jaime, uno de los guardias civiles que vigilan el paso entre el norte de África y Melilla y que se muestra disconforme con las medidas tomadas tras conocer de cerca la vida de quienes se encuentran tras la doble alambrada. Igualmente, Izak supervisa en Sudáfrica la endeble valla para que, según él, quienes lleguen de forma ilegal regresen a su tierra para que no causen más problemas. Una visión que choca con la de Al, un jubilado que siente la necesidad de ayudar a los recién llegados a Estados Unidos, por lo que deposita pequeños bidones de agua en las diferentes rutas que se extienden a lo largo de un caluroso desierto, el mismo que da la bienvenida a quienes ya han pasado las suficientes calamidades para poder buscar un futuro mejor.

miércoles, 14 de octubre de 2015

DE PASEO POR TEHERÁN (2015)

Parece que, cuanto más se limita al ser humano, más ingenio y creatividad irradia. Esto es lo que le ocurre al director iraní Jafar Panahi, autor de grandes obras que muestran la realidad social de su país y que, en cambio, le han llevado a ser censurado por el propio gobierno. Un duro golpe que ha sabido hacer frente en todo momento, pese a los problemas que supone realizar una película de forma clandestina y querer presentarla fuera de las fronteras. Así es cómo decidió enviar el material bruto de “Taxi Teherán” a París para que, desde allí, se realizara el montaje y la correspondiente distribución por los festivales más importantes de Europa.

Ganadora del Oso de Oro y el premio de la crítica en el Festival de Berlín en 2015, la cinta aprovecha este falso documental para, en clave de humor, mostrar las irregularidades y excesos de un régimen que dice seguir el camino de la democracia. Por ello, el realizador se convierte en taxista para, a través de un dispositivo situado en la guantera del coche que simula una especie de cámara de seguridad, grabar las conversaciones entre sus clientes, intentando participar lo mínimo. Pura perspicacia para poder sacar adelante una nueva película con la que exponer la situación real de Irán.

La ciudad de Teherán desfila por las ventanillas del vehículo, mientras escuchamos las opiniones de unos personajes anónimos que son un simple ejemplo de la sociedad. Un hombre que no duda en confesar que es ladrón, pero que, en cambio y de forma contradictoria, prefiere reclamar la pena de muerte para los que cometen ese tipo de delitos, mientras que una mujer le rebate con el gran número de ejecuciones que se llevan a cabo en el país, un vendedor de películas que reconoce perfectamente al director y protagoniza los momentos más hilarantes o dos mujeres histéricas con una pecera a cuestas. Sin embargo, quien nos llama la atención es la pequeña sobrina de Panahi, que le espera a la salida del colegio bastante enfadada. El cineasta llega a tarde a recogerla y ella no ha podido fardar de tío delante de sus compañeros. Su simpática intervención, además, nos otorga un segundo punto de vista, puesto que, entre sus manos, se encuentra un segundo dispositivo con el que juguetea, que servirá para ver lo que ocurre en los últimos momentos del metraje en los que el autor toma un papel más activo. Todos ellos son actores no profesionales, intérpretes con gran encanto y espontaneidad que protagonizan una crítica sutil, clara, sencilla y amena, y que no son incluidos en los créditos por su seguridad.

viernes, 9 de octubre de 2015

LA VOZ DE UN SUFRIDO ÁNGEL (2014)

Recordamos al director canadiense François Girard por el popular drama “El Violín Rojo” (1998), que se llevó un Oscar a la Mejor Banda Sonora en 1999 gracias a la fantástica labor realizada por el compositor estadounidense John Corigliano. Sin embargo, fuera y a parte de esta obra, el resto de su escasa filmografía pasa sin pena ni gloria. Poco más de 20 años como cineasta en los que ha entregado muy pocos títulos, casi todos irregulares en su desarrollo, como ocurrió en la posterior “Seda (Silk)” (2007), un largometraje que podría haberse convertido en una apasionante cinta de época, tal y como ya apuntaba la asombrosa fotografía que poseía, y que, en cambio, nada en la mediocridad.

Tras siete años desde esta última, el autor se centró en “El Coro”, una apuesta bastante atractiva por el reparto que lo conforma, pero que trata una historia demasiado conocida y explotada. Ben Ripley se hace cargo de contar la vida de Stet (Garrett Wareing), un niño de 11 años que se queda bajo la tutela de su padre, Gerard (Josh Lucas), el cual trata de mantenerle en secreto por miedo a que se entere su otra familia. Tras el fallecimiento de su madre a causa del alcohol, el joven se ha quedado totalmente solo, con el único apoyo de la señorita Steel (Debra Winger), que le acaba convenciendo para que ingrese en un prestigioso internado con el fin de sacar partido a su gran talento: su voz. Allí es donde Wooly (Kevin McHale) se dará cuenta del gran potencial que tiene Stet, al que pondrá al día en los estudios y le conseguirá una gran oportunidad en su vida: cantar en uno de los mejores coros del país. Para ello, Carvell (Dustin Hoffman) tiene que dar su consentimiento, algo que es bastante complicado y más teniendo al portentoso Devon (Joe West) como voz principal y protegido por el profesor Drake (Eddie Izzard).

jueves, 8 de octubre de 2015

LA SENSUALIDAD DEL PLÁTANO (1964)

Andy Warhol, uno de los artistas más polémicos del siglo XX, que posee multitud de fanáticos como detractores. Sus coqueteos con el cine son bien sabidos, pero más que un cineasta al uso, sus piezas se centraban más en el ámbito experimental, en extractos que realizaba junto a sus más allegados, aquellos bohemios con ansias de fama que se acercaban cegados por el brillo de la estrella del momento, uno de los iconos del pop-art de los años 60. Su cámara era una especie de espectador teatral que, ante sus ojos, observaba desfilar a personas que seguían las directrices del propio Warhol

“Mario Banana” es un metraje dividido en dos partes de aproximadamente 3 minutos cada una. No es su primer trabajo, pero, a lo largo de sus poco más de 6 minutos de duración, veremos uno de los elementos más famosos utilizados por el artista: un plátano. Tan sólo tres años después, el autor crearía, gracias a esta fruta, una de las portadas de discos más simbólicas desde el punto de vista artístico, la de “The Velvet Underground & Nico”, el primer álbum de la mítica banda estadounidense The Velvet Underground

Para esta ocasión, el artista retrató a Mario Montez, uno de sus actores fetiche que adquirió popularidad en la escena underground del Nueva York de los años 60 y 70. La cinta, rodada en 16mm, no puede llegar a ser más sencilla, puesto que simplemente vemos al actor comerse, poco a poco, un plátano de forma seductora. La cámara encierra, en primer plano, el rostro del protagonista, que se muestra sugerente, cómodo, al tiempo que su mirada nos va adentrando en la complicidad de un acto que va más allá de degustar la comida. Ataviado con una peluca algo alborotada, un brillante tocado y un llamativo collar, se crea un aura dramático y teatral para acabar representando una burda metáfora de una felación. 

miércoles, 7 de octubre de 2015

AMOR ENTRE AVIONES DE PAPEL (2012)

Dicen que las casualidades, en esta vida, no existen y que, por tanto, nuestro destino está escrito desde el instante en que nacemos. Dicen que el verdadero amor no se debe buscar, sino que él mismo se presenta ante nosotros en el momento menos esperado. Ese ideal romántico ha servido como telón de fondo para multitud de películas de las que, inevitablemente, conocemos la trama de principio a fin. El cortometraje de Disney, “Paperman”, se asienta en esta previsible base para crear una pieza que consigue extraer una limpia sonrisa al espectador. 

Utilizada como preámbulo al largometraje de animación “¡Rompe Ralph!” (Rich Moore, 2012), la cinta obtuvo el Oscar al Mejor Cortometraje de Animación en 2012 con una historia realmente simple creada por los guionistas Clio Chiang y Kendelle Hoyer. En plenos años 40, un hombre se encuentra con la mujer de sus sueños en una estación de tren de camino al trabajo. Sin tiempo para hablar con ella, continúa con su rutinaria vida pero, por decisión del destino, descubre que su amor tan sólo se encuentra tras la ventana del edificio de enfrente.

John Kahrs debuta a la dirección con un impecable trabajo que mezcla el tradicionalismo del dibujo clásico de la compañía Disney con las nuevas tecnologías, simulando imágenes en 2D con gráficos en 3D. Un efecto encantador que perfecciona el diseño de los personajes, creados con sumo esmero y pulcra belleza. Narrado a partir de una banda sonora elaborada por el compositor canadiense Christophe Beck y que sustituye a los posibles diálogos, la trama se construye en blanco y negro con algunos toques de carmín como simple metáfora de las emociones. La grisácea rutina de una ciudad adormecida, ensimismada, el alineamiento asaltado por el rojo de la pasión, del amor predestinado que juega con el protagonista, que irrumpe en su realidad para alterarla sin control y provocar sus deseos e impulsos.

martes, 6 de octubre de 2015

EL SACRIFICIO DE UNA PROMESA (2014)


Dicen que “tiempos pasados siempre fueron mejores”, pero, aunque sintamos cierta nostalgia por épocas vividas, hay que recordar que el ser humano ha tenido que pasar por un sinfín de calamidades para llegar a la actualidad. Guerras e injusticias, un incontable número de muertes y destrucción a su paso, nuestra memoria histórica nos impide desprendernos de los hechos más importantes de nuestra civilización. 

Por eso mismo, el director JK Youn recupera los recuerdos de su pueblo con la obra, “Oda a mi Padre”, el sexto largometraje de una trayectoria que ha llegado indudablemente a la cúspide. Aunque los inicios del cineasta se centraron en el género de la comedia, en 2009, decidiría dar un giro completo con su quinta cinta, la producción “Tsunami (Tidal Wave)”, que inundó la pantalla de acción y catástrofes para, posteriormente, volcarse de lleno en un melodrama de fuerte intensidad. Cinco años de espera para mostrar una gran película que rinde homenaje a su tierra y que ha conseguido atraer a millones de espectadores al cine, convirtiéndola en una de las películas más taquilleras de su historia, superando, incluso, a grandes superproducciones hollywoodienses.

En 1950, estalla la guerra en Corea, por lo que el pequeño Deok-Su (Eom Ji-Seong) y su familia deciden emprender un éxodo hacia el puerto de Hungnam. Allí se encuentra el SS Meredith Victoria, una embarcación estadounidense que acabará transportando, durante la semana antes de navidad, a 14.000 refugiados desesperados por salir de un país que ha quedado devastado. Entre el tumulto, Deok-Su pierde a su hermana, por lo que el padre decide dejar a salvo a su mujer y sus otros tres hijos para ir a buscar a la niña. Divididos y con la incógnita de saber cuándo se volverán a reunir, el joven protagonista se hará cargo del mantenimiento familiar, lo que le llevará a buscar un trabajo explotador como minero en Alemania durante los años 60, asistir a la guerra de Vietnam a lo largo de los 70 y a buscar a su padre y hermana en los 80. Un fantástico recorrido a su vida que evoca, en gran medida, al protagonista de la oscarizada “Forrest Gump” (Robert Zemeckis, 1994) y que nos lleva por un completo viaje de esperanzas, lucha, promesas, desolación, amor, supervivencia, obligaciones morales y, sobre todo, recuerdos de un pasado sacrificado, de una parte de la historia del siglo XX en Asia.

jueves, 1 de octubre de 2015

EL SENTIDO DEL EROTISMO (2004)

“Eros” rinde homenaje a uno de los cineastas europeos más importantes a nivel mundial, el italiano Michelangelo Antonioni. Una obra compuesta por tres mediometrajes en los que, como es de esperar, no puede faltar la mano del autor, que une fuerzas a otros grandes directores del cine más actual, como el estadounidense Steven Soderbergh y el chino Wong Kar-Wai, pesos pesados del séptimo arte que funden su creatividad para presentar tres piezas que giran en torno a un único tema: el erotismo. Tan sólo esta condición rige los parámetros de una cinta nada estricta, que respeta, por encima de todo, la libertad de sus artistas.

Con su visión personal, construyen una original producción que expone y confronta las influencias cinematográficas y narrativas de América, Europa y Asia para formar un todo de notable calidad, pero con serios altibajos, puesto que, por desgracia, resultan inevitables las comparaciones, aunque nos enfrentemos a diferentes estilos y enfoques a cada cual más dispar. Reflexiones silenciadas, humor absurdo entre inseguridades y un dramático romanticismo presentado con suma delicadeza hacen de “Eros” un proyecto realmente atractivo, no por los nombres que lo respaldan, sino por la maestría con la que cada uno se desenvuelve, imponiendo, por supuesto, su propia autoría, sus experiencias e inquietudes y todo su conocimiento profesional sobre el terreno.