domingo, 1 de marzo de 2015

LA ERA DEL POBRE CONTRA EL RICO (2014)


La famosa leyenda de Robin Hood, que robaba a los ricos para dárselo a los pobres, nunca pasará de moda, es más, se sigue reinventando para generar nuevos éxitos en pantalla. Éste es el caso de “Kundo: Age of the Rampant”, la producción del director surcoreano Yun Jong-Bin, que vio despegar su carrera con la conocida “Nameless Gangster” (2012) gracias al circuito de festivales cinematográficos más importantes. 

Cuando la dinastía Joseon está llegando a su fin, allá por 1862, Corea queda sumida en la pobreza y se deja llevar por la corrupción y por el dominio de unas clases privilegiadas que se aprovechan de la situación. Mientras tanto, el Clan Chusul, un grupo de bandidos, intentarán luchar para devolver a las clases más bajas lo que les pertenece y protegerles de los abusos. A causa de estas injusticias, cobra importancia el personaje de Dol Moo Chi (Ha Jung-Woo), un carnicero (profesión de muy baja casta) que cuida de su madre y su hermana y que se enfrentará a Jo-Yoon (Kang Dong-Won), el maltratado hijo bastardo de un noble que ansía poder y, para colmo, es experto en artes marciales.

A lo largo de la película, cada miembro de la banda tendrá su momento de protagonismo, pero, ante todo, destaca la participación de dos grandes actores como Ma Dong-Seok y Cho Jin-Woong, cuya interpretación siempre resulta impecable y, en esta ocasión, no iba a ser una excepción. Ambos ponen un estupendo toque de humor que agiliza el ritmo de la trama.

Mientras que Ha Jung-Woo realiza el papel principal, su actuación queda ensombrecida por la figura de Kang Dong-Won, aunque no por ello es menos significativa. No obstante, éste último como villano destaca gracias a su brillante gestualidad y la limpieza de sus maniobras en las escenas de acción más intensas. Es un placer poder disfrutar de un antihéroe redondo en su desarrollo y que seduce a la cámara en cada intervención.

Hay quienes comparan este  largometraje de Yun Jong-Bin con el estilo de algunos directores hollywoodienses, como el propio Tarantino, tal vez sea por la historia o, quizás, el montaje final, muy cercano a la posible influencia del cineasta, pero lo que sí es cierto es que el autor de “Kundo: Age of the Rampant” ha conseguido presentarnos un trabajo fantástico en cuanto a ritmo y una eficaz narración que logra cautivarnos durante poca más de dos horas durante las que transcurre la trama y que para nada resulta eterna. Una continua danza de sables orientales otorga ese toque enérgico a la cinta, mientras que su puesta en escena es más bien propia del auténtico western.

Lo mejor: las actuaciones del villano encarnado por Kang Dong-Won y los carismáticos Ma Dong-Seok y Cho Jin-Woong.

Lo peor: como entretenimiento es magnífica, pero no arriesga ni innova. La historia de pobres contra ricos es ampliamente conocida, por lo que no hay que hacerse más expectativas de las necesarias.



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