martes, 17 de marzo de 2015

MÁS GOLPES, MÁS SANGRE, MÁS DE LO MISMO (2009)


Si te gustó “Crows Zero”, en esta segunda parte, “Crows II”, también del director Takashi Miike, podrás encontrar exactamente lo mismo. Más peleas, más golpes y más sangre, una nueva cinta que no innova, sino que simplemente continúa con la historia de Genji Takaya (Shun Oguri), el hijo de un yakuza que sigue intentando alzarse con el poder absoluto del instituto Suzuran. No obstante, el riesgo traspasa las fronteras del centro, cuando los alumnos del instituto Hosen pretenden llevar a cabo un plan de venganza que llevan urdiendo desde el momento en que Noboru Kawanashi, líder de Suzuran, asesinó a Makio Bito, líder de Hosen.

La larga tradición de este tipo de películas en el país nipón hizo que el primer trabajo fuese todo un éxito, no sólo entre el público japonés, sino también en varios festivales de talla internacional. Obviamente, tras la acogida tan positiva del primer largometraje, Miike no parecía querer arriesgar y repite con la misma fórmula, incluso, incluyendo una secuencia final muy similar, con el mismo nivel de tensión. Por lo que sí, se mantiene esa sensación placentera que proporciona un trabajo bien hecho, pero sentimos que nos falta más.

Sin embargo, uno de los cambios que se han hecho es la desaparición de los yakuzas, centrándose totalmente en los jóvenes y sus luchas de poder. La policía brillará por su ausencia y, de lo que más nos alegramos es de que los toques de romanticismo se han visto reducidos a la mínima expresión. La comicidad adquiere mayor peso con la cuestión del sexo y la torpeza de Takashi Makise (Tsutomu Takahashi) para ligar con las chicas. 

Por fortuna, el elenco actoral se mantiene, un aspecto que siempre se agradece en las secuelas. Shun Oguri y Takayuki Yamada siguen mostrando su rivalidad, mientras que se suman al reparto un despiadado e inexpresivo Gô Ayano, como Ryo Urushibara; y Nobuaki Kaneko como el líder de Hosen, que serán unos contrincantes duros de pelar. Haruma Miura, el hermano pequeño del fallecido Makio Bito, apenas interviene en la disputa y es que no deja de ser el personaje más débil de esta ficción.

Se mantienen los mismos valores a ensalzar, como la lealtad, la amistad, el honor y la fortaleza, pero sumamos la venganza como hilo motor de esta segunda parte. Aunque la fotografía es idéntica, su dirección pasa a manos de Nobuyasu Kita, de quien ya sabemos que su trabajo es impoluto con otros largometrajes de Takashi Miike, como “13 Asesinos” (2010) o “Hara-Kiri: Muerte de un Samurai” (2011). The Street Beats también pasan a ser un elemento clave habitual de la saga, al igual que continúan siendo el grupo principal de la banda sonora.

“Crows II” es un producto para el entretenimiento de quienes gustan de la acción y la violencia en todo su esplendor. Se echa de menos poder disfrutar de algo diferente, de una película que nos divierta más y no de una continuación de la historia de Genji y el instituto Suzuran. Eso sí, el autor, de nuevo, consigue mostrarnos la lucha a través de fantásticos planos y de escenas que se deleitan en cada golpe y gota de sangre.

Lo mejor: de nuevo, la escena de lucha final, es todo un placer para nuestros sentidos, con unos rivales tan despiadados que parecen imposibles de parar.

Lo peor: es exactamente igual a su antecesora, “Crows Zero”.



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