martes, 31 de mayo de 2022

LA LIBERTAD Y FLUIDEZ DEL TRAZO (1969)

La Filmoteca Española guarda entre sus muros importantes colecciones cinematográficas y obras de incalculable valor como es el caso de “Homenaje a Tarzán: La cazadora inconsciente”, el primer cortometraje del extraordinario artista y pintor vasco Rafael Ruiz Balerdi, que fue proyectado por primera vez en el XI Certamen Internacional de Cine Documental y Cortometraje de Bilbao en noviembre de 1969. Una cita que le premió con el Txisu de Plata, el galardón a la mejor película internacional experimental. Este trabajo no narrativo de apenas cuatro minutos y medio de duración posee un valor añado al haberse tratado de forma artesanal por la mano de este emblemático pintor de estilo abstracto que es recordado, además, por ser cofundador del grupo Gaur. Tras obtener reconocimiento gracias a premios locales que le facilitaron una pasarela internacional a encuentros jóvenes como la XXIX Bienal de Venecia y a continuos viajes que le llevaron a profundizar en su plano artístico, Ruiz Balerdi se propuso investigar las cualidades del séptimo arte con esta pieza rodada en 16 mm. Su imagen, extraída de una película clásica de Tarzán, conforma un collage atípico, puesto que su especial valor reside en el dibujo llevado a cabo por el artista y trazado, muy pacientemente, fotograma a fotograma.

Así es, tomó la decisión de calcar cada movimiento directamente sobre el celuloide, de tal forma que el resultado nos conduce a unas estilizadas líneas que confluyen en un brillante dinamismo animado y que se ven resquebrajadas con encanto en algunos instantes. El blanco, negro y gris, un poco liliáceo y marchitado por el paso del tiempo, son combinados en una fluidez constante en la que solo se distinguen las siluetas. Por supuesto, estamos ante un ejercicio de abstracción muy ligado al estilo habitual de Ruiz Balerdi, pero las virtudes del cine le aportan una hipnótica atracción entre danzas, ritmos indígenas que rozan el trance y que son propios de la banda sonora original de la película y sonidos ambientales de la selva. En definitiva, una materialidad consciente que fusiona dos artes en un único medio.

No son muchos los trabajos experimentales que encarnan la fluidez con tanto ingenio y libertad como lo hace “Homenaje a Tarzán: La cazadora inconsciente”. Una conexión de lo más relevante para un artista contemporáneo que para muchos tristemente aún es desconocido, pero que dejó su sello, al menos, en este metraje que nos ofrece una vívida experiencia para la que muchos teóricos críticos concentraron sus esfuerzos e investigaciones con el fin de lograr conceptualizar la fluidez. En este caso, modulada, veloz, tortuosa, a veces, confusa, con unos cuerpos que se suceden, ahora diluidos con el fondo, limitados tan solo por un trazo negro zigzagueante, intensificado o agrietado, que libera cualquier obstáculo que pudiera poseer el placer estético de piezas artísticas como esta.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario