Demasiadas
esperanzas puestas en un miércoles con algún que otro altibajo. El Festival
Internacional de Cine Fantástico de Madrid, Nocturna, ofrecía tres sesiones
bastante variadas, siendo uno de los días más divertidos de la semana al
proyectar el título más potente de esta edición, la nueva película de David Robert Mitchell, “It Follows”,
que tantas expectativas ha generado entre el público y que se exhibía al mismo
tiempo que la premiere de “Fear Clinic”, el filme realizado por Robert Hall que cuenta con la participación del
fantástico Robert Englund, quien volvía a
visitar las instalaciones de los Cines Palafox para disfrutar, una vez más, de
sus fans.
Asistimos
a un ataque zombie cualquiera en “Be Afraid of the Dark”,
cortometraje de Bruno Llopis que dejó
indiferente al público asistente. La escueta pieza daba paso a la premiere de “June”,
el segundo trabajo de L. Gustavo Cooper
tras “Copiii: The 1st Entry” (2013), que nos presenta la historia
de una niña huérfana de 9 años (Kennedy Brice)
que posee en su interior una fuerza sobrenatural a la que ella misma llama Aer. En su nueva familia, las cosas empiezan a
complicarse, puesto que su padre adoptivo Dave
(Casper Van Diem) teme por su vida, mientras es protegida a toda
costa por la esposa de éste, Lily (Victoria Pratt).
Una trama que esconde un origen perturbador que llevará a los protagonistas a
revivirlo y a nosotros a recordarnos una vez más que todo ésto ya lo hemos
visto, por desgracia. No obstante, la narración coge fuerza lentamente, amén de
ser espectacular la actuación de la pequeña Rice en
el papel de June, que, en ciertos
momentos, nos recuerda a otras jóvenes actrices como Heather O'Rourke, Caroline en
“Poltergeist” (1982). Realmente expresiva y carismática, a pesar
de llevar sobre sus hombro el peso del guión, a duras penas compartido con Pratt.
“El
Vidente” es uno de esos cortometrajes que te hacen reír desde la
primera escena y es que Roberto Suárez
hace un espléndido trabajo, en parte, gracias Karra
Elejalde interpretando al Gran Brando,
un adivino que tiene su propio programa en la televisión. En una de sus
emisiones, expresa su habilidad de poder resucitar a los muertos, justificación
suficiente para que la vida de varios personajes cambie totalmente.
Posteriormente, daba comienzo “Kill Me Three Times”, el último
largometraje de Kriv Stenders que se
esperaba con ganas. Simon Pegg da vida a Charlie Wolfe, un asesino profesional que debe
liquidar a su próxima víctima, pero se ve envuelto en una historia de
infidelidades, venganza, deudas, sangre y mucho dinero. Toques de humor negro
en una narración cíclica que va desvelando poco a poco más datos, pero que, a
su vez, hace perder cierto interés con el que partíamos. Los momentos de mayor
violencia consiguen mantener una tensión llevada por los pelos y que sólo
consigue conquistarnos gracias a la actuación de Pegg
y es que el actor parece sentirse como pez en el agua con un
personaje mordaz al que la palabra “asesinar” le suena a rutina diaria, aunque
su fachada de “tío duro” apenas nos la creemos. El vibrante montaje nos
recuerda a las cintas más descafeinadas de Tarantino
o Guy Ritchie, pero, pese a que Stenders parece querer seguir sus pasos, se
mantiene lejos de la calidad de trabajo de estos directores. La banda sonora
deja bastante que desear, siendo el punto más negativo del filme y el aspecto
que más le ensombrece. La producción australiana no deja ser un producto de
entretenimiento como muchos otros que, si no llega a contar con la
participación de Pegg, pasaría totalmente
desapercibido con ese hilo argumental tan sencillo.
“The
Fisherman”, el cortometraje de Alejandro
Suárez, trae un aire asiático gracias a Wong
(Andrew Ng), el protagonista que, durante
una noche de pesca, saca de las aguas algo que no es de este mundo. Con un
excelente trabajo fotográfico, se delata una fuerte influencia de las técnicas
cinematográficas del cine oriental, pero el público estaba más centrado en ver “It
Follows”, la segunda producción del director estadounidense David Robert Mitchell, que ganó popularidad por
ser calificada como la mejor película de terror del año tras su paso por el
Festival de Sitges, aunque no se llevó ningún galardón entre manos. Incluida ya
en la cartelera española, parte de una premisa común que bien podría ser una
perfecta leyenda urbana. Una joven de 19 años, Jay
(Maika Monroe), mantiene relaciones con Hugh
(Jake Weary), provocando que, desde ese momento, vea cómo algo
amenazador se acerca constantemente a ella. El chico le explica a la
protagonista que el ser puede adoptar la apariencia de cualquier persona y que,
lentamente, procurará llegar hasta ella con el único fin de matarla. Para salir
de tal pesadilla, debe acostarse con otro, pasándole así el legado o maldición.
Con reminiscencias a clásicos como “Pesadilla en Elm Street” (Wes Craven, 1984) o “Halloween” (John Carpenter, 1978), la cinta supone toda una
regresión a los 80, tanto en fotografía como en temática y es que “It
Follows” podría pasar perfectamente por un largometraje de la década
dorada del cine de terror, aunque, en este caso, sea más bien psicológico. Ese
toque teenager puede hacer pensar que
no merece la pena, pero nada más lejos de la realidad. Resulta toda una
experiencia en cines, manteniendo una tensión inquebrantable que va en aumento
y una angustia asfixiante que genera toda una obsesión por buscar detalles en
cada plano. Rich Vreeland, popularmente
conocido como Desasterpeace, abusa de los
sintetizadores para entregarnos en bandeja ese aire retro que citamos. Una vez
visualizada, es fácil darse cuenta de que Mitchell se
ha abierto paso vertiginosamente dentro del género y nos ha creado grandes
expectativas para sus próximas producciones, al igual que comprendemos a la
perfección que el Festival Nocturna le entregara muy merecidamente el Premio
del Público.
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