En
España, seguimos teniendo esa manía de traducir títulos al gusto de quien los
crea. Así es como llegó a la cartelera nacional la comedia romántica “Las
Novias de Mis Amigos” o, lo que es lo mismo, pero no es igual, “That
Awkward Moment”. Es curioso ver cómo siempre se opta por lo más fácil y
lo que más abunda, aunque, claro, precisamente esta cinta tampoco es que
mereciera un nombre mucho mejor.
El
debut del director y guionista Tom Gormican no podría haber sido más simple desde
el punto de vista negativo. Su historia parte de una premisa muy poco original,
con tres amigos, Jason (Zac Efron), Daniel (Miles Teller) y Mikey (Michael B. Jordan), que
intentan evitar a toca costa atarse a una pareja, por lo que, simplemente, se
aferran a ligues de una noche sin llegar a conocer en demasía a las jóvenes que
conquistan. Con el matrimonio fallido de Mikey, tratan de animarle realizando un pacto por
el que ninguno de ellos se comprometerá seriamente en una relación. Obviamente,
el hecho de dar este paso, hará que las cosas se compliquen, por lo que resulta
inevitable conocer de principio a fin lo que va a suceder sin necesidad de
perder los casi 95 minutos que dura esta endeble película.
Aparentemente
interminable, la trama de centra en captar la atención del público más juvenil
con ideas que se han repetido constantemente hasta la saciedad. En lo que sí
podría llamar al interés del espectador es en lo que supuestamente prometía el
trailer, que es ese toque humorístico y gamberro que pudiera provenir de sus
protagonistas. Esa imagen de entretenimiento vacuo al menos se cumple, aunque
no ocurre lo mismo con los divertidos gags
que parecía contener y que, una vez más, explotan los elementos más utilizados
en este tipo de cintas con el fin de intentar alargar el empobrecido argumento,
provocando que, en lugar de unas carcajadas, simplemente emitamos una media
sonrisa.
En
menos de media hora, el pacto, ese fundamental elemento en torno al que gira la
narración, pierde su sentido a la primera de cambio y es que, pese a que los
personajes están bastante convencidos de cumplirlo, tienden a saltarse la
promesa a la menor oportunidad. Con ello, naufraga cualquier tipo de tensión
que Gormican
nos haya querido vender, al igual que el hecho de agregar ciertos toques de
drama de forma fallida y que al instante se evaporan entre las gracias de sus
personajes, los cuales resultan planos de principio a fin.
Tal
vez, el cineasta no estuviera seguro ni de su propia obra, punto con el que
justificaríamos la participación de jóvenes actores del momento, como Efron o Teller.
Es indudable que sus actuaciones en “Las Novias de Mis Amigos” supondrán
bien poco en la trayectoria de sus carreras. Mientras que el primero parece
sentirse cómodo en las comedias románticas, Teller ya tiene entre sus manos
papeles de mayor envergadura a nivel comercial, logrados gracias a ese impulso
tomado a partir de su intachable trabajo en la tríplemente oscarizada “Whiplash”
(Damien Chazelle,
2014). Sí, es cierto que, junto a B. Jordan, desprenden una simpática química y que,
probablemente, su amistad haya sobrepasado la pantalla, pero, más allá de este
detalle y de la incorporación al reparto de una encantadora Imogen Poots
como Ellie,
poco más tiene que ofrecer este largometraje.
Gormican
no pasa la prueba de su debut con “Las Novias de Mis Amigos”, una película plana a
la que le cuesta cumplir con su único cometido: entretener. Estereotipada,
banal y previsible al máximo, al igual que resulta tan fácilmente olvidable y
complicadamente digerible durante sus muy pesados 95 minutos.
Lo
mejor: la química entre los personajes.
Lo
peor: el abuso de estereotipos y la explotación innecesaria de una idea
insulsa.
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