No hace mucho tiempo que la sociedad consideraba que un
matrimonio sólo podía ser bendecido con la llegada de un hijo varón. Según
muchas culturas, la supervivencia del apellido estaba y sigue estando por
encima de todo. La llegada de una hija al seno de una familia no era motivo de
alegría alguna, tan sólo el comienzo de demasiados quebraderos de cabeza, de
problemas que únicamente se solventaban el día en que la niña se convertía en
mujer y se entregaba a otra familia para cumplir con su deber en la vida: cuidar
de su marido, de la casa y tener un niño. Con esta exigencia de por medio, muchas parejas
se veían en la obligación de recurrir a otro tipo de medidas para ser
socialmente aceptados, mientras que las esposas debían soportar una gran carga
psicológica para mantener su honor. Cosas así son impensables en pleno siglo
XXI, pero, sin embargo, siguen sucediendo todavía en algunos lugares.
España no ha sido una excepción, pero, si nos desplazamos a
10.000 km, encontramos que este tipo de creencias también suceden y han sucedido
en Corea del Sur, un país en el que el peso de la tradición sigue estando
presente en el día a día de su población. El director Park Hyuck-Jee se centra
en una generación que confronta fuertemente con los nuevos tiempos a través de
su primer documental para la gran pantalla, “With or Without You”. Con gran
experiencia en el género, pero hasta ahora en formato televisivo, el autor ha realizado
numerosas cintas para los canales más importantes del país, siendo algunas de
las cuales premiadas de forma destacada.
El metraje nos remite a dos ancianas que viven juntas bajo el mismo techo desde hace
casi medio siglo, manteniendo una relación de absoluta dependencia. El
matrimonio de Mak-Yi se complicó con la muerte de sus dos hijos por el sarampión
y un tifón, por lo que decidió comprar y traer a su hogar a una joven de 24
años, Choon-Hee, que no pareciera demasiado inteligente. De esta forma, podía cumplir con su
cometido en la vida, proporcionándole a su marido varones con los que perpetuar
el apellido. Con el fallecimiento del cabeza de familia, ambas unieron fuerzas
para cuidar de su descendencia. Ahora, ya ancianas, recuerdan sus vivencias y muestran
su fuerte complicidad, pero Mak-Yi sabe que sus últimos días se acercan y
necesita preparar a Choon-Hee para que sea más independiente y, así, poder
marchar en paz.