Se cumplen poco más de 20 años desde el debut del director surcoreano
Hong Sang-Soo con el drama romántico “The Day a Pig Fell Into the Well” (1996),
un trabajo que exploraba un sencillo triángulo amoroso en donde ya se podía
percibir el estilo que poco a poco iría puliendo. Considerado uno de los
autores más importantes del cine de Corea del Sur, esa fama generada a través
de los festivales más populares a nivel internacional comenzaría con su obra
“La Mujer es el Futuro del Hombre” (2004), por la que consiguió, además, una
nominación a la Palma de Oro en el Festival de Cannes. “Ha Ha Ha” (2010) le
llevaría a hacerse con el premio a la mejor película en este certamen, aunque
“En Otro País” (2012) se convertiría en uno de sus largometrajes más
recordados. El año 2016 trajo al cineasta un nuevo éxito, “Ahora Sí, Antes
No”, logrando alzarse con los galardones de mejor película y mejor actor por la
interpretación de Jeong Jae-Yeong en los Festivales de Locarno y Gijón.
Continuando su exploración sobre las relaciones humanas, las
casualidades y el destino, la historia es un claro reflejo del propio cineasta
a través del protagonista Ham Cheon-Soo (Jeong Jae-Yeong), un realizador de
cine independiente que viaja hasta Suwon, al sur de Seúl, para participar en un
coloquio en donde se proyectará una de sus cintas. Un día antes de su
intervención, decide dar un paseo por los lugares más emblemáticos de la
ciudad, coincidiendo con una joven pintora, Yoon He-Jeong (Kim Kin-Hee), que
pretende descansar mientras come su aperitivo tranquilamente. Este encuentro en
sus caminos les lleva a profundizar en ellos mismos a través de intensas
conversaciones hasta que Cheon-Soo tenga que regresar a la capital al día
siguiente.
Sólo es necesaria una hora para asistir a la relación que se
construye entre ambos personajes. Una cafetería, el taller de la artista, una
cena o una invitación para conocer a los amigos de ella servirán para que los
dos sientan una conexión especial sin un desenlace claro. En diversos momentos,
Cheon-Soo expresa una extraña sensación de “dejavú” a través de unos diálogos
naturales e improvisados, dejando claro un inexplicable sentimiento de unión. A
lo largo de estos 60 minutos, el protagonista se muestra tímido, servil y
siempre correcto pese a todo. Él mismo descubre la facilidad con la que puede
abrirse ante su nueva amistad. Sin embargo, el autor no podía conformarse con
este desarrollo, otorgando una nueva oportunidad a su creación en una segunda
parte. Así es como, tras finalizar el día vivido por Cheon-Soo y He-Jeong, la
narración se toma un respiro de apenas un par de minutos para hacernos retornar
al inicio de esta historia.
Ese anhelo que toda persona tiene por corregir los errores
del pasado queda, en cierta manera, plasmado en este nuevo comienzo.
Precisamente, es en los pequeños detalles en donde se verán marcadas las
diferencias, respondiendo a ese deseo humano por lograr una segunda oportunidad
para poder explicar lo que se escondió o no se pudo decir. Los mismos
escenarios son otra vez testigos de su relación, de una experiencia de la que
se puede extraer un mayor aprendizaje para ambos. Por eso mismo, todo cambia,
las conversaciones entre ellos se vuelven más profundas, sinceras, espontáneas
y con algún que otro toque de sutil comicidad. Hong Sang-Soo trata de presentar un
curioso juego de intenciones que nos adentra en la irremediable fugacidad del
tiempo, en las consecuencias de las decisiones en el transcurso de una relación
y el poder que ejercen las palabras a cada momento. Un trabajo verdaderamente
arriesgado que, sin embargo, posee pequeños altibajos en su narración a causa
de esa sensación repetitiva que puede hacer algunos estragos en la atención del
espectador.
No hay nada que se le resista al popular actor Jeong
Jae-Yeong, tanto si es un violento thriller como una divertida comedia
romántica o un intenso drama. Su gran profesionalidad es demostrada trabajo
tras trabajo y, en esta ocasión, no podía ser de otra manera. Su interpretación
es totalmente impecable, desvirtuando a un personaje lentamente a lo largo del metraje. Si
Cheon-Soo parece mostrarse tímido y correcto en la primera mitad de la cinta,
su segunda oportunidad le deja plena libertad para desatar instantes más
extrovertidos. Del mismo modo, su compañera de reparto, Min-Hee, se desprende
de toda clase modestia para rendirse ante una mujer que, en esencia, es natural, risueña
y coqueta. La actriz se encuentra en su mejor momento profesional al participar
no sólo en la película de Hong Sang-Soo, sino también en el nuevo proyecto de
Park Chan-Wook, “The Handmaid” (2016), una adaptación de “Fingersmith”, la novela de la escritora británica Sarah Waters, que se presenta en la 69ª edición del Festival de Cannes. Sin duda, la cercanía y complicidad
generada entre ambos es uno de los grandes atractivos del largometraje.
Como era de esperar, el estilo del autor está presente a
cada instante. Su fantástica sencillez se transmite a través de una cámara
prácticamente estática, que persigue a los personajes como si fuese su sombra.
Los largos planos y los zooms ligeramente bruscos e inesperados otorgan una
sensación de realidad prácticamente inigualable. El cineasta convierte al
espectador en un tecer personaje silencioso, que es testigo de la intimidad de
la pareja, de sus reflexiones, pensamientos y deseos. “Ahora Sí, Antes No” bien
pudiera ser un extracto de la vida misma, un encuentro fugaz e inesperado fruto
del capricho del destino. En definitiva, una bella obra que cumplirá con las expectativas de
los seguidores de Hong Sang-Soo y de todos aquéllos que deseen adentrarse en el cine
de autor surcoreano.
Lo mejor: la sencillez del retrato. Las espléndidas
interpretaciones de un elenco de lujo.
Lo peor: pequeños altibajos en su narración a causa de la
repetición.
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