martes, 12 de mayo de 2015

EMOCIONES INCONTROLABLES (2004)



Otra adaptación de un gran libro es la miniserie de la BBC, “Norte y Sur”, de la novelista británica Elizabeth Gaskell. Pese a que la compañía no apostó en gran medida por esta producción, la sorpresa fue máxima con la estupenda acogida que tuvo entre los telespectadores. Cuatro capítulos y algo menos de cuatro horas son más que suficientes para disfrutar con esta fantástica historia ambientada en la opulenta Inglaterra victoriana del siglo XIX.

El director Brian Percival se encarga de dar vida a la rutina de la ficticia ciudad Milton, que se encuentra inmersa en plena revolución industrial, con multitud de nuevas fábricas en las que sus obreros trabajan por una miseria de sueldo. La familia Hale llega desde el sur, en donde aún no se ha producido tal cambio, por lo que tendrán que adaptarse a las nuevas costumbres. Margaret (Daniela Denby-Ashe) no consigue aclimatarse, ya ha tenido una disputa con el jefe de las fábricas Marlborought, el señor Thornton (Richard Armitage), pupilo de su padre y con quien iniciará una historia de amor y desencuentros llena de pasión oculta.

Bajo la sombra de “Orgullo y Prejuicio”, una de las obras más populares en cuanto a trama de amor-odio se refiere, “Norte y Sur” no se queda atrás, sin duda. Pocas veces se nos presentan adaptaciones tan fidedignas a un libro como es ésta y es que se nota cómo la cinta ha sido cuidada con esmero, recogiendo todo lo importante, los detalles que completan una trama intensa, profunda, que no sólo tiene cabida para el romance, sino también para la contextualización, las diferencias entre el sur y el norte, la mecanización frente a la agricultura, lo moderno frente a lo convencional. El ritmo de la narración es totalmente hipnótico, engancha al espectador y lo traslada a un mundo de clases sociales distanciadas, de primeras huelgas, pero también de lucha emocional, aquélla que se produce entre la razón y el corazón.

Todo un deleite en manos de Denby-Ashe en el papel principal, con una interpretación correctísima, aunque no llegue a transmitir esa fuerza que el personaje de Margaret posee. Eso sí, la fabulosa química que muestra en pantalla con Armitage conquista a todo escéptico de este tipo de romances. El actor, que ha ganado popularidad participando en la saga de “El Hobbit” (2012-2014) como Thorin, realiza un trabajo soberbio del que muchos espectadores destacan su profunda e hipnotizante voz. Sinéad Cusack, como la madre de Thornton, es más que brillante, al igual que su compañero Tim Pigott-Smith como el padre de Margaret. El carismático actor de “Downton Abbey”, Brendan Coyle, también colabora en este trabajo redondo, que no empalaga ni abusa de determinados clichés y que se disfruta al máximo, aunque no se haya leído la novela.

En “Norte y Sur”, no sólo el guión se ha labrado con ahínco, sino también otros detalles técnicos, como la fotografía, a cargo del director Peter Greenhalgh, que roza la perfección. Con medios bastante ajustados, pero una excelente labor de documentación, paseamos por las calles grises y lúgubres de Edimburgo, mientras que nos deleitamos con los bellos parajes naturales llenos de flores bajo el cielo despejado. El vestuario, acorde con la época, hace juego con la atmósfera de la ciudad, es sobrio, con tonos sombríos y siempre marcando la clase social de sus personajes sin acudir a convencionalismos de distinción. Y, por si fuera poco, hay que añadir la estupenda banda sonora del compositor Martin Phipps para completar todo un brillante puzzle de contextualización, uno de los puntos más fuertes de la producción.

Pocas tramas nos atrapan como lo hace “Norte y Sur”, que consigue sintetizar en poco menos de 4 horas, toda una novela intensa en emociones, pasional en romance e históricamente reivindicativa a nivel social. No tiene absolutamente nada que ver con aquella miniserie norteamericana protagonizada por un jovencísimo Patrick Swayze y que tenía como escenario la Guerra de Secesión. La historia de Gaskell respira creatividad y efectismo a partes iguales, los dos elementos clave que Percival ha sabido trasladar a la pantalla.

Lo mejor: se aconseja visionarla en versión original para apreciar la grandiosa actuación de Armitage.

Lo peor: este tipo de series siempre acaban enfocadas a un sector del público muy determinado, pero “Norte y Sur” también conquistó al sector masculino gracias a la intensidad de la obra en cuanto a su contexto histórico.


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