Viaje
nocturno en autobús, intentar dormir en una pequeña cama con el cuerpo bien
orientado para evitar grandes percances en caso de que hubiera un accidente,
llegar a una nueva ciudad, realizar varias entrevistas, montar todo el equipo,
tocar dos horas de concierto, desmontar otra vez todo el equipo, acudir a una
post-party, subir otra vez al autobús y, una vez más, poner rumbo a la
siguiente ciudad para repetir todo el proceso. Así parece ser el día a día de la popular
banda británica de rock alternativo Wolf Alice durante una
intensa gira por las principales ciudades de Reino Unido. Una extenuante
experiencia que el famoso director y guionista Michael Winterbottom retrata en
su película “On the Road”.
Con
una nominación en el Festival de Berlín de 2017 y, curiosamente, considerada la
mejor obra del cineasta por una parte de la crítica, lo cierto es que la cinta recuerda excesivamente a
otras anteriores de su filmografía, como bien pudiera ser “9 Songs” (2004), galardonada con el premio a la
mejor fotografía en el Festival de San Sebastián. Su parecido es más que
evidente. Por un lado, su antecesora tomaba como escenario la música para
trabajar con una relación amorosa entre dos jóvenes, mientras que, en esta
ocasión, ambas tramas se combinan de forma más equilibrada. Tal vez, podría decirse
que todo aquello que fallaba en la primera, se ha pulido en la segunda. Sin
embargo, esto también juega en su contra, puesto que la originalidad y frescura que se
respiraba en “9 Songs”, de repente ya no la encontramos en “On the Road”.
Precisamente
por ello, no nos engañemos. Es complicado afirmar lo que otros dicen cuando existe una evidente conexión entre ambos largometrajes. Por tanto, una vez más, ésta tampoco pertenece a esa exquisita selección de obras
maestras del realizador, como es el caso de “24 Hour Party People” (2002), que casi
roza el culto. Por supuesto, ésto no significa que estemos ante un pésimo trabajo. Al contrario, transmite más de lo que a simple vista parece, aunque muy posiblemente los amantes de Wolf Alice se sientan
más eclipsados por esta experiencia, mucho más disfrutable para ellos que para
quienes desconocen o no sienten mucho agrado por la música de este grupo. Por
supuesto, este es el riesgo que corre “On the Road”, al tratarse de ese tipo de producciones que suelen acotar el interés del público, por lo que resulta loable el riesgo con
el que el autor encara tal proyecto.