miércoles, 29 de abril de 2020

UN FATÍDICO GOLPE DE SUERTE (2019)


Los inicios del director y guionista surcoreano Lee Byeong-Heon parten de la colaboración con el cineasta Kang Hyeong-Cheol a través de la adaptación de una novela para su primer largometraje, la comedia dramática “Speedy Scandal” (2008), que terminó convirtiéndose en la quinta película más taquillera de 2008. Kang volvió a contar con él para dar a luz “Sunny”, una segunda obra también en clave de comedia dramática que en 2011 superaría los beneficios de la primera tras vender más de 7 millones de entradas. Tan solo un año después, Lee daría el salto a la dirección de cine con “Cheer Up Mr. Lee” (2012) y la serie “Peckish Women” (2013). Desde entonces, ha seguido compaginando la adaptación de textos literarios al cine, mientras ejercía su labor tras las cámaras. Sin embargo, no sería hasta la comedia de acción “Extreme Job” cuando alcanzara los cielos al colarse en el primer puesto de las películas con mayor recaudación de 2019 en la taquilla surcoreana con más de 113 millones de dólares. Así es, la cinta se convirtió en la sensación del año, superando, incluso, a los grandes blockbusters hollywoodienses como “Avengers: Endgame” (Anthony y Joe Russo, 2019) o “Frozen 2” (Chris Buck y Jennifer Lee, 2019). 

El jefe de policía Go (Ryoo Seung-Ryong) y los agentes Jang (Lee Ha-Nee), Ma (Jin Seon-Kyu), Young-Ho (Lee Dong-Hwi) y Jae-Hoon (Gong Myung) forman un equipo de trabajo dentro del departamento de narcotráfico. Hace tiempo que Go desea ser ascendido a capitán, pero las misiones siempre acaban resultando fallidas. Un día, localizan a Lee Moo-Bae (Shin Ha-Kyun), un narcotraficante que, tras salir de la cárcel, ha decidido reunir a gente para iniciar un nuevo negocio en el oscuro mundo de las drogas. Por ello, el grupo de Go compra el restaurante situado enfrente de la oficina. Sin embargo, su tapadera les obliga a diseñar una nueva receta de pollo para que ningún vecino sospeche, la cual termina siendo todo un éxito en la ciudad. Tanto es así, que las colas interminables de comensales les impiden mantener la guardia frente al nuevo entramado de Lee. De esta forma, comienzan los enredos en lo que supone una comedia de gran sencillez que logra arrancarnos más de una carcajada ante la desesperación de sus protagonistas. La expresión corporal y alguna que otra payasada en el momento más indicado nos revelan un diálogo ingenioso y un texto bien elaborado, obra de la guionista surcoreana Bae Se-Young, de cuyo buen pulso se puede disfrutar en alguna que otra comedia más, como “In Love And The War” (Park Geon-Hong, 2011),  “Intimate Strangers” (Lee Jae-Gyu, 2018), una de las muchas versiones de la italiana “Perfetti Sconosciutti” (Paolo Genovese, 2016); o, de nuevo junto a Lee Byeong-Heon, “What a Man Wants” (2018). 

lunes, 13 de abril de 2020

MIRADAS, ROMANCES, PREJUICIOS Y OLORES


El futuro está en manos del talento más joven, de quienes comienzan a experimentar para ofrecer nuevas miradas a nuevas generaciones. Marc Vadillo es uno de ellos. Cosecha de la Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Catalunya, cuenta ya con varios cortometrajes a sus espaldas, trabajos que han sido premiados en diversos festivales de cine y que, poco a poco, adquieren el reconocimiento debido. Con este reportaje especial queremos rescatar tres obras simbólicas en su incipiente filmografía, “Miradas que hablan”, “El gran día” y “Huele a ti”.



“MIRADAS QUE HABLAN” (2018)

Solo hacen falta 4 minutos para presentar una historia sobre el enamoramiento fugaz de cualquier persona en el transporte público. Vadillo trabaja una narración que, en sí misma, supone un extraño flechazo que le tendió una pasarela al Seoul Metro International Subway Film Festival, en Corea del Sur, gracias a su galardón en Subtravelling, el Festival Internacional de Cine Corto de Transportes Metropolitanos de Barcelona, organizado por la Fundación TMB. Pocas veces resulta tan emocionante viajar en el metro como para sus protagonistas, dos jóvenes que, en su rutina, se adentran en un vagón a la espera de llegar a su destino de siempre. Pero en su camino se topa la aventura, un pequeño desvío de todo hábito. En el silencio, queda una historia que se repite cada día cientos de veces, un vuelco al corazón que se escapa con el paso de los minutos y que nos deja un poso frustrante. Las miradas delatan el deseo a través de un imaginario que comparten solo ellos dos, los protagonistas de un amor entorpecido por el tiempo, pero capaz de transmitir los más intensos sentimientos.

martes, 7 de abril de 2020

EL LIRISMO DE LOS CUADROS VIVIENTES (1969)


Uno no sabe qué esperar de ciertas películas, como es el caso de “Sayat Nova (El Color de la Granada)”, la obra más popular del director y artista armenio Sergei Parajanov (Serguéi Paradzhánov). Considerado a día de hoy como uno de los grandes maestros del cine del siglo pasado, creó en 1964 su largometraje más internacional, encumbrado por ser un ejercicio cinematográfico modélico a través de su poesía visual, de fuerte carga simbólica; y los matices especiales que adornan lo que definitivamente acaba siendo puro arte. Sin embargo, y pese a que esta introducción suena del todo golosa, esta cinta no es para todo tipo de públicos. Para muchos se trata de un trabajo sin igual, incomparable a cualquier otra película vista; para otros es de difícil asimilación e, incluso, su visionado se hace cuanto menos costoso y forzado. Y es que requiere de cierta preparación para poder llegar a comprender el mensaje de su creador y evitar, así, convertirse en el metraje más extraño que uno pudiera ver. 

Su título nos desvela la figura protagonista, un poeta, músico y cantante ashik del siglo XVIII procedente de Armenia que adoptó el sobrenombre de Sayat Nova para encarnar al “Maestro de los Cantares”. Su reconocimiento en las tierras del Cáucaso responde al considerable y rico legado que ha dejado a su pueblo. Precisamente por ello, Parajanov inició un biopic construido a partir de capítulos que recorren su vida. Para ello, parte de la infancia (Melkon Alekyan) y su aprendizaje de los escritos humanistas, su adolescencia y juventud (Sofiko Chiaureli), dominada por su amor por Ana, la hermana del monarca Erekle II de Georgia, que le costó su posición en la corte real; prosigue con su ingreso en el monasterio de la Iglesia Apostólica Armenia con la llegada de la madurez (Vilen Galstyan); su sueño, que antecede al encuentro con el ángel de la muerte en su vejez (Gogi Gegechkori); y finalmente su muerte, que, en la vida real, vino a manos del ejército iraní al negarse a convertirse al Islam. Sin embargo, el cineasta no se conforma con realizar un biopic al uso, sino que, para narrar la vida del cantautor, construye un relato a partir de fragmentos de algunas de las obras de Sayat Nova, los cuales se encierran en pequeños fragmentos a través de la voz en off o intertítulos que dan la entrada a cada uno de estos capítulos.