Ninguna investigación tiene un camino directo. Todas ellas
tienen multitud de callejones sin salida, muchos de ellos oscuros y peligrosos, pero sólo uno
supone la vía correcta para desenmarañar las incógnitas del objeto a estudiar.
Sin embargo, la exploración de todo un laberinto supone destapar hechos
paralelos, nuevas calles sin transitar que pueden conducirnos a finales
insospechados. Así es como han sido los seis años que ha tardado el director, productor y guionista danés
Mads Brügger en desvelar parte de sus objetivos, plasmados en parte a través
del documental “La muerte de Hammarskjöld”, la cual ha obtenido varios premios
en festivales internacionales, siendo destacable el recibido en Sundance.
Brügger inició su proyecto con el fin de recopilar información en torno a la muerte de Dag Hammarskjöld, el que fuera secretario
general de la Organización de las Naciones Unidas entre 1953 y 1961, año en el
que también recibió el Premio Nobel de la Paz. Su viaje a Ndola terminó en un
accidente de avión en Rhodesia del Norte (Zambia), en el que murieron todos los
pasajeros, pero no todos los datos que se ofrecen apuntan a esta hipótesis,
sino que, en realidad, bien pudiera haber sido un asesinato. En 2017 salió a la
luz una nueva variable en este puzle por la que se consideraba la posibilidad
de que el avión hubiera sido derribado por otro. Sin duda, la actitud pacifista de Hammarskjöld, especialmente
en el continente africano, en donde se acumulaban un gran número de intereses
económicos y políticos por parte de las potencias occidentales, le podría haber
costado la vida. Brügger, acompañado en todo momento por el investigador privado sueco
Göran Björkdahl, hijo de un oficial sueco de la ONU, persigue
esclarecer este suceso, mientras otras cuestiones paralelas de gran magnitud se
presentan ante él.