
Un
duro planteamiento es el que tenemos con “Stand by for Tape Back-up”,
el primer documental realizado por el escritor irlandés Ross Sutherland. Tras el
fallecimiento de su abuelo, el autor visita su apartamento. Allí encuentra una
vieja cinta de VHS, en donde el anciano grababa programas que se emitían en la
televisión. Una auténtica regresión a su infancia, cuando disfrutaba de
aquellos momentos en familia, pero que ahora sólo despierta unos demonios
interiores que le llevan a reflexionar sobre diferentes cuestiones, unas
divertidas, otras amargas, bañadas en el dolor, pero todas ellas sumergidas en
la nostalgia por tiempos mejores.
El
filme comienza cuando Sutherland le da al play y aparece un fragmento de “El Mago de Oz” (Víctor Fleming,
1939), con el que nos explica que el cerebro humano está acostumbrado a buscar
patrones entre la aleatorización y cómo estamos expuestos a casualidades
imposibles. Una excusa para dar rienda suelta al tema “The Dark Side of the Moon”,
de Pink Floyd,
y ver cómo se sincroniza a la perfección con las imágenes del clásico de
Hollywood. Así es cómo está construido este trabajo, en el que vemos pasar
pequeñas piezas acompañadas de la voz del director, que nos va narrando todo lo
que pasa por su mente, lo que le evoca y siente en cada momento. Algunas veces
nos describe lo que ya vemos, otras
utiliza el rap para dar rienda suelta
a cualquier asunto, pero su discurso es totalmente lúcido, aunque a veces no lo
parezca.

“Stand
by for Tape Back-up” es una obra muy personal no sólo para Sutherland,
sino también para nosotros mismos. La búsqueda de un pasado para comprender un
presente y convivir en paz con el futuro nos presenta un trabajo atípico que
cuesta visionar, pero que no deja de ser una simple terapia para quien intenta
superar una depresión, una pérdida que cuesta asimilar y por la que, pos
desgracia, todos pasamos. 7/10
Lo
mejor: cuando profundiza en sus experiencias
Lo
peor: los momentos en los que se pierde entre tanta filosofía.
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