
En
los últimos tiempos, Corea del Sur ha presenciado un curioso auge de la figura
de “el repartidor a domicilio” para una gran multitud de negocios. Teniendo en cuenta ésto,
Johnny protagoniza una divertida aventura que pone representa el extremo del exceso y
el abuso que los seres humanos solemos hacer cuando algo o alguien nos facilita
el trabajo.
A
pesar de contar con poco más de 5 minutos, el ritmo es perfecto. Con este guión de
Kim Jisang, la calidad que posee la animación es fantástica, lo que hace pensar
que la industria del país está creando una prometedora generación de jóvenes
realizadores, que, al fin y al cabo, están intentando destacar en un duro mundo
competitivo en el que si no es de Pixar o Disney, no existe.
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