El futuro está en manos del talento más joven, de quienes
comienzan a experimentar para ofrecer nuevas miradas a nuevas generaciones.
Marc Vadillo es uno de ellos. Cosecha de la Escuela Superior de Cine y Audiovisuales
de Catalunya, cuenta ya con varios cortometrajes a sus espaldas, trabajos que
han sido premiados en diversos festivales de cine y que, poco a poco, adquieren
el reconocimiento debido. Con este reportaje especial queremos rescatar tres obras simbólicas en su incipiente filmografía, “Miradas que hablan”, “El gran día” y “Huele a ti”.
Solo hacen falta 4 minutos para presentar una historia sobre
el enamoramiento fugaz de cualquier persona en el transporte público. Vadillo
trabaja una narración que, en sí misma, supone un extraño flechazo que le tendió
una pasarela al Seoul Metro International Subway Film Festival, en Corea del
Sur, gracias a su galardón en Subtravelling, el Festival Internacional de Cine
Corto de Transportes Metropolitanos de Barcelona, organizado por la Fundación
TMB. Pocas veces resulta tan emocionante viajar en el metro como para sus
protagonistas, dos jóvenes que, en su rutina, se adentran en un vagón a la
espera de llegar a su destino de siempre. Pero en su camino se topa la aventura,
un pequeño desvío de todo hábito. En el silencio, queda una historia que se
repite cada día cientos de veces, un vuelco al corazón que se escapa con el
paso de los minutos y que nos deja un poso frustrante. Las miradas delatan el
deseo a través de un imaginario que comparten solo ellos dos, los protagonistas
de un amor entorpecido por el tiempo, pero capaz de transmitir los más intensos
sentimientos.
Marc
Vadillo y Marwan Sabri colaboran en un cortometraje galardonado con el segundo
premio del concurso Nespresso Talents gracias a la historia de “una eminencia
del mundo de la literatura”, según describe su narrador durante sus primeros
segundos. No sabemos cómo se llama
realmente, pero asistimos a las horas previas a la entrega de un galardón. En esta
ocasión, entramos en una obra aparentemente descriptiva y en clave documental. Vemos acciones
rutinarias que, en realidad, acaban formando parte de un experimento que, por
supuesto, trataremos de no desvelar. Nuestra mirada es engañada y automáticamente
caemos en el error o, mejor dicho, en la causa por la que este cortometraje sale a
la luz. Independientemente de que para muchos es un auténtico sacrilegio
visualizar un vídeo en vertical por aquello de mantener cierto “puritanismo
cinematográfico” entre las nuevas tecnologías, aquí tenemos el ejemplo de que no
siempre es una mala opción, aportando un aire casero, una especie de grabación
entre amigos como preámbulo de lo que posiblemente sea un gran éxito, pero
¿para quién es el gran día?
Aparentemente, el
amor es una cuestión a explorar por Vadillo y Marwan Sabri, que, en
esta ocasión, volvieron a colaborar para optar por conciliar este tema con la
comida. En estos tiempos que corren, se disfruta más que nunca la sencillez de
un cortometraje que recibió nuevamente el segundo premio del concurso Nespresso
Talents, y que, esta vez, les catapultó directamente al Festival de San
Sebastián. Pocas veces uno se juega tanto con sus dotes culinarias como sucede
en “Huele a ti”. Un grupo de amigos, una degustación y una conversación en la
que se plantea un reto más de los que parecen llenar las redes hoy en día. Se trata del “Smell
dating”, una cita regida más por el instinto que por las primeras impresiones.
Una curiosa manera de romper con los nervios, expectativas y prejuicios a la
que Vadillo y Sabri otorgan un giro inesperado que nos recuerda todo aquello
a lo que restamos importancia y dedicamos menos tiempos del que deberíamos.
“Huele a ti” sabe a esperanza de cambio con toques de un discreto dulzor y un
pequeño sabor amargo en su poso reflexivo.
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